El Ayuntamiento se suma a los actos con motivo del Día del Cuidador con diversos talleres

EUROPA PRESS
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Además, Derechos Sociales ha editado una guía para cuidadores de personas en situación de dependencia, un documento elaborado en el Centro de Servicios Sociales Comunitarios del Distrito Centro, lugar donde se dan cita quincenalmente cuidadores familiares y profesionales de instituciones y asociaciones que trabajan en el ámbito de la atención a personas en situación de dependencia.

En concreto, se trata de un texto que pretende dotar a los cuidadores familiares de una herramienta eficaz que, en su vida cotidiana, les aporte orientaciones sobre cómo afrontar algunas de las necesidades que demanda la persona dependiente, así como también las suyas propias.

De igual modo, pretende servir como instrumento para la organización y planificación de la provisión de cuidados al dependiente, ayudando a elaborar un plan de cuidados personalizado, según han informado desde el Ayuntamiento a través de un comunicado.

Este documento fija también su atención en los cuidadores familiares, ya que la experiencia en el trabajo con ellos lleva a corroborar que, desde el momento en que inician su labor junto a la persona dependiente, sufren ellos también todo tipo de síntomas.

Entre estos síntomas están el aislamiento social, abandono de las relaciones de amistad y de familia, reclusión en su casa para poder cuidar a su familia, falta de formación específica para atender a un dependiente, autoabandono generalizado y desinformación sobre los recursos sociales de los que puede disponer. Con el paso del tiempo dicha situación produce repercusiones negativas en la vida familiar, laboral y social del cuidador, así como en su salud física y psicosocial, lo que les lleva, en la mayoría de los casos, al desbordamiento emocional y la desconexión de su entorno.

ESTUDIO

El estudio CuidadorES de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología y Lindor refleja el estado actual. Según el documento, los cuidadores tienen una importante carga física, psíquica y emocional, ya que el 84 por ciento de los mayores dependientes precisa de ayuda para su higiene; ocho de cada diez para el vestido; siete de cada diez para realizar la limpieza del hogar. El 63 por ciento precisa ayuda para preparar comida y el 58 por ciento para alimentarse. Además, seis de cada diez necesita ayuda para gestiones administrativas.

No sólo los mayores dependientes necesitan ayuda en el día a día de sus tareas ordinarias, sino que dentro del ámbito sanitario también hay un alto grado de dependencia; el 85 por ciento requiere de ayuda a la hora de tomar medicamentos adecuadamente; el 62 por ciento estimulación cognitiva y casi seis de cada diez tiene incontinencia urinaria o fecal. Además, el 54 por ciento necesita algún tipo de cura y cinco de cada diez precisa rehabilitación.

Además, en numerosas ocasiones, el mayor no puede agradecer y reconocer la labor del cuidador, a pesar de que a éstos les resultaría reconfortante y alentador. Esto es debido a que cinco de cada diez mayores dependientes padecen demencia; el 19 por ciento tiene una actitud agresiva y de menosprecio, y un 15 por ciento tiene un sentimiento de rechazo.

Este estudio refleja claramente el grado de dependencia en las tareas diarias y en el ámbito sanitario, pero además, uno de los datos más reveladores, es el grado de dependencia en el ámbito emocional. Un 90 por cientio necesita apoyo afectivo-emocional y un 76 por ciento depende de otras personas para entretenerse.

Por otro lado, sobre cómo afecta al cuidador física y mentalmente la labor que lleva a cabo, el estudio señala que más de la mitad dicen que les ha supuesto cambios en sus vidas, imprimiéndoles alteraciones en su carácter y en su estado de ánimo. Al final, el tiempo libre de los cuidadores se ve afectado en un 82 por ciento y la vida familiar en un 70 por ciento.

A ello se suma el grado de compromiso, que hace que casi a un 60 por ciento les afecte a su estado de salud y el 76 por ciento presenta dolores osteoarticulares y dolor de espalda.

Por otro lado, la investigación también indica que los principales problemas de salud mental o síntomas a nivel psicoafectivo afectan a un 49 por ciento de los cuidadores. Estos son la frustración e impotencia 73 por ciento; la ansiedad, irritabilidad o enfado 61 por ciento; la depresión o tristeza 57 por ciento; la soledad 35 por ciento y el sentimiento de culpa 30 por ciento.

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