CIENTÍFICOS ESPAÑOLES PATENTAN UN NUEVO MÉTODO PARA DETERMINAR EL SEXO DE LAS AVES EN MENOS DE 90 MINUTOS

Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla han patentado un nuevo método molecular que permite determinar el sexo de las aves en menos de 90 minutos, cuando en la actualidad este proceso puede durar varios días.
Este nuevo procedimiento ni precisa de un laboratorio especializado, ni pone en peligro la integridad física del animal. Según explican desde el CSIC, cada día se determina el sexo de millones de aves, y de esto dependen importantes decisiones en avicultura y sobre la conservación y manejo de la biodiversidad.
Ahora bien, el sexado de aves resulta muy difícil en aquellas especies en las que no hay diferencias entre machos y hembras en cuanto a morfología, comportamiento, coloración o tamaño, y también presenta complicaciones en embriones, pollos y cuando se toman muestras sin haber capturado a los individuos.
La determinación del sexo en aves se ha basado tradicionalmente en las diferencias en comportamiento, en el canto y en la visualización o palpación de la zona cloacal entre machos y hembras, aunque la mayoría de estos procedimientos pueden arrojar altas tasas de error.
Otros sistemas como la endoscopia son más efectivos y fiables, pero ponen en peligro la integridad física del animal y resultan de gran dificultad en ejemplares de tamaño pequeño.
MÉTODOS MOLECULARES
En cambio, los métodos moleculares a partir en marcadores de ADN no suponen un riesgo para la integridad física del animal y su alta efectividad y fiabilidad puede equipararse a la de métodos más invasivos.
Sin embargo, estos métodos requieren de laboratorios especializados y equipados que suelen estar lejos del lugar de muestreo, lo que retrasa la obtención de los resultados hasta unos días después del envío o transporte de la muestra.
El nuevo sistema molecular, desarrollado por los investigadores Miguel Delibes y José Luis Tella del CSIC, y Alejandro Centeno y Martina Carrete, de la Universidad Pablo de Olavide, resuelve todos estos problemas al ofrecer resultados fiables y rápidos en el mismo lugar donde se toma la muestra y sin poner en peligro la vida del animal.
Gracias a estas características, la nueva técnica podría ser usada tanto por científicos en trabajos de campo, como por criadores de especies exóticas en avicultura y en cetrería, sin necesitar más muestra del animal que una pluma o una gota de sangre.
“Esto permitirá por primera vez realizar aproximaciones experimentales in situ donde se incluya el sexo de los individuos empleando por ejemplo una batería de coche como fuente de energía externa”, señaló el investigador del CSIC José Luis Tella.

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