El Papa advierte de que ningún fin, por noble que sea, justifica la destrucción de embriones humanos

  • El Papa ha advertido de que "ningún fin, aunque en sí mismo sea noble, puede justificar la destrucción de embriones humanos", durante la audiencia de este jueves en el Aula Pablo VI del Vaticano a cientos de personas afectadas por la enfermedad de Huntington y sus familias, así como a médicos, enfermeros, investigadores y trabajadores de más de 30 organizaciones que luchan contra esta patología.
EUROPA PRESS

El Pontífice se ha dirigido de manera específica a los científicos para reprobar la existencia de "algunas líneas de investigación" que usan de hecho "embriones humanos provocando inevitablemente su destrucción", según informan medios italianos. "Pero sabemos que ningún fin, aunque en sí mismo sea noble, como la posibilidad de una utilidad para la ciencia, para otros seres humanos o para la sociedad, puede justificar la destrucción de embriones humanos", ha advertido.

Así, ha destacado su labor como trabajadores que dan la "esperanza de encontrar un camino para la curación definitiva de la enfermedad". Pero al mismo tiempo, les ha recordado que de su esfuerzo también depende "la mejora de las condiciones de vida" de los enfermos "especialmente en la etapa delicada del diagnóstico, cuando aparecen los primeros síntomas".

De este modo, les ha instado a realizar su trabajo "siempre con medios que no contribuyan a alimentar esa 'cultura del descarte' que a veces se insinúa también en el mundo de la investigación científica".

La enfermedad de Huntington es incurable y se produce a causa de un trastorno cerebral genético cuyos síntomas incluyen movimientos involuntarios y degeneración cognitiva y mental.

Durante su discurso, el Papa también ha lamentado que "en muchos casos, los enfermos y sus familias han experimentado el drama de la vergüenza, del aislamiento, del abandono".

Finalmente, ha puesto de ejemplo a Jesús porque durante su ministerio, se encontró con muchos enfermos y "se hizo cargo de su sufrimiento, derribó los muros del estigma y de la marginación que a muchos de ellos les impedía sentirse respetados y queridos".

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