Quaresma, ahora o puede que nunca

Su célebre golpe con el exterior ha llegado más lejos que su pobre palmarés, pero a los 32 años, Ricardo Quaresma, se encuentra ante un momento clave en su carrera: puede que sea su última oportunidad de hacer algo grande con Portugal, con quien disputa ante Croacia el sábado los octavos de final de la Eurocopa en Lens.

No ha ganado nunca el Balón de Oro, ni se ha acercado, ni ha conseguido nunca convertirse en la estrella de los grandes clubes europeos por los que ha pasado (Barcelona, Chelsea, Inter de Milán), pero los hinchas portugueses tienen una especial predilección por él y le tienen entre sus jugadores favoritos.

Algo que tiene mérito en un equipo donde Cristiano Ronaldo tendría todos los números para acaparar la atención casi por completo. Los números, evidentemente, no son comparables: récords de 129 partidos como internacional y 60 goles con la Selecçao para CR7, por 53 partidos y 7 goles con el equipo nacional para Quaresma.

Los datos palidecen todavía más cuando se tiene en cuenta que Quaresma sólo ha conseguido un gol en un gran torneo internacional y hay que remontarse hasta la Eurocopa-2008.

Pero un gesto, justo antes de la Eurocopa-2016, sirvió para reilusionar a los suyos: la famosa "trivela", el golpeo de balón con el exterior del que es maestro y que utilizó durante la goleada a Estonia (7-0), en un amistoso el 8 de junio, donde firmó un 'doblete' y dio dos asistencias.

"Siempre he dicho que quería aprovechar las ocasiones que se presentaran. Soy un jugador más, que está aquí para ayudar a Portugal a ganar el título", había declarado justo antes empezar la competición.

Molestado por una lesión en un muslo, no consiguió desequilibrar contra Islandia (1-1), ni contra Austria (0-0), donde comenzó como titular en la banda derecha, dejando a los escépticos subrayar una vez más su incapacidad para mostrarse decisivo al más alto nivel.

Ante Hungría, frente a la que Portugal rozó la eliminación, fue él el que dio el centro para el empate definitivo de Cristiano Ronaldo (3-3). Una acción decisiva sin la cual la Seleçao puede que estuviera ya en casa viendo el torneo por la televisión.

A Quaresma se le considera uno de los mayores talentos de su generación, pero es verdad que no tiene, ni de lejos, la carrera que sí consiguió desarrollar Cristiano Ronaldo, con el que fue compañero en el Sporting de Lisboa y con el que se formó.

En 2003, Cristiano Ronaldo puso dirección al Manchester United y Quaresma al Barcelona. El resto de la historia de Cristiano Ronaldo es sobradamente conocida, hasta su estatus de superestrella y su rivalidad en los últimos años con el argentino Lionel Messi por ser el mejor del mundo.

La carrera de Quaresma se ha movido a un nivel mucho más discreto. Fue contratado en 2008 por el Inter de Milán de José Mourinho, tras un paso excelente por el Oporto, pero fue incluso designado "Papelera de Oro" (Bidone d'Oro) como jugador más decepcionante del Calcio, justo en el año en el que Cristiano recibía su primer Balón de Oro.

"He tomado demasiadas malas decisiones en los momentos clave de mi carrera. Es mi culpa, he querido hacerlo demasiado rápido y me he quemado las alas", admitió en una entrevista a la revista francés So Foot.

Apodado el "Mustang" por su exentrenador del Sporting Laszlo Boloni por su ímpetu de caballo salvaje, Quaresma, hijo de un padre gitano y una madre angoleña, también es conocido como "el Gitano".

Con 32 años y en el Besiktas turco, la retirada no parece lejos.

¿Ha llegado por fin su gran momento con la Eurocopa-2016?

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