Farmamundi pone en marcha un proyecto de atención sanitaria para discapacitados en ecuador


Farmamundi inicia este mes de abril un proyecto en Ecuador de mejora de las condiciones de vida de la población discapacitada de las provincias de Los Ríos y Bolívar, que beneficiará a 5.477 familias, con un presupuesto de más de 460.000 euros y que tiene el apoyo de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo (Aacid).
Este programa, que se realizará junto a la ONG Centro Andino de Acción Popular (Caap), invertirá en dos años 467.490 euros, de los cuales 300.000 han sido financiados por la Aacid.
El principal objetivo de la acción es mejorar los servicios básicos de atención en salud de la población discapacitada de los municipios de Vinces, Puebloviejo y Urdaneta en la provincia de Los Ríos, y en el municipio de Caluma, en la provincia de Bolívar.
En estos lugares “se implantará una red integrada de servicios sociales de atención en salud que garantice la detección oportuna, el tratamiento, la rehabilitación y la integración de las personas con discapacidad en la sociedad”, explicó Vicente Merino, coordinador del proyecto y de la nueva sede de Farmamundi en Ecuador.
Actualmente en Ecuador más de 1,6 millones de personas viven con alguna discapacidad, es decir, el 12% de la población. El 51,6% son mujeres.
Asimismo, el 46% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza nacional, tasa que aumenta hasta el 87% entre las poblaciones indígenas, afrodescendientes y rurales, aunque Merino apuntó “que la tasa de pobreza extrema disminuyó significativamente entre 1999 y el 2005 debido en gran parte a la emigración y a la estabilidad monetaria tras la dolarización”.
Según Merino la discapacidad en Ecuador está estrechamente relacionada con la pobreza. El 50% de las personas con discapacidad son pobres. En la provincia de Bolívar, este porcentaje aumenta hasta el 70%.
Además, las instituciones públicas especializadas en el tratamiento de las discapacidades se caracterizan por un escaso presupuesto que impide el incremento de personal y por la escasa disponibilidad de equipos para diagnóstico, manejo y rehabilitación.
“En resumen, el problema del acceso es doble: por un lado, los servicios prestados no son suficientes ni en calidad ni en cobertura y, por otro lado, la población tiene dificultades para acceder a los servicios de salud a causa de su situación de pobreza, al no estar cubierta por un seguro social o simplemente por razones de inaccesibilidad geográfica a los servicios de salud”, explicó Merino, que trabajará durante los dos próximos años en este proyecto.

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