(AMPLIACIÓN) EGIPTÓLOGOS ESPAÑOLES DESCUBREN EN LUXOR UN JARDÍN FUNERARIO DE HACE 4.000 AÑOS

El equipo arqueológico liderado por el investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) José Manuel Galán ha descubierto en la colina de Dra Abu el-Naga, en Luxor, un jardín ritual funerario de hace 4.000 años frente a una tumba y con sus semillas en perfecto estado de conservación.
Este hallazgo, dado a conocer este jueves, forma parte de la XVI campaña de excavaciones del ‘Proyecto Djehuty’ que, como cada año, tiene una duración de dos meses, entre enero y febrero. El equipo liderado por Galán cuenta con 20 especialistas, de los que 15 son españoles. Junto a ellos, en esta campaña se ha contratado a cerca de cien trabajadores egipcios.
El jardín descubierto se localizó en el patio abierto a la entrada de una tumba tallada en la roca del Reino Medio, muy probablemente de la dinastía XII. Este huerto ritual está dividido en cuadrículas y tiene una extensión de tres por dos metros. En una de sus esquinas se localizó el tronco de un tamarisco de unos 40 centímetros de altura.
El egiptólogo del CSIC explicó en rueda de prensa que “este árbol tenía un gran significado simbólico para los antiguos egipcios, ya que el alma del difunto salía de su tumba y esperaba en una de sus ramas la llegada de las ofrendas. Aún tenemos que analizar las semillas halladas en perfecto estado de conservación gracias a la arena del desierto que las ha cubierto durante miles de años, pero no sería de extrañar que encontremos cebollas, pepinos, berenjenas o sandías que eran algunas de las ofrendas del Antiguo Egipto”.
A la espera de los resultados de la investigación, entre estas semillas podría haber cilantro, una especia que además de ser utilizada en la cocina, los antiguos egipcios la utilizaban contra el veneno de las serpientes, así como lechuga por su connotación de fertilidad y de vuelta a la vida.
Galán afirmó, además, que se conocía la posible existencia de estos jardines, ya que “aparecen representados en las paredes de las tumbas donde los egipcios representaban cómo querían que fuera su funeral y la entrada a sus tumbas. En este caso, se trata de un pequeño huerto rectangular elevado medio metro del suelo. Este descubrimiento aportará información muy valiosa de la botánica y el medio ambiente en la antigua Tebas”.
En uno de los lados del jardín, los egiptólogos también encontraron un cuenco con dátiles y frutos bien conservados. Adosada a la fachada de la tumba también se ha descubierto una capilla de adobe de 46 centímetros de alto y 70 de ancho con tres estelas o lápidas de piedra en su interior.

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