Brasil, cuya película "Aquarius" seleccionada en la competencia oficial se va sin premios de Cannes, ganó una mención especial para un cortometraje, además del premio al mejor documental del festival.
"A moça que dançou com o diabo" (La joven que bailaba con el diablo), del brasileño Joao Paulo Miranda Maria, que formaba parte de las diez seleccionadas para la competencia por la Palma de Oro en la categoría de cortometrajes, obtuvo una mención especial del jurado.
El corto de 14 minutos cuenta la historia de una chica que pertenece a una familia muy religiosa, que irá a la búsqueda de su propio paraíso.
Miranda saludó tras recibir la distinción la presencia en Cannes de otros filmes de Brasil, que había estado casi ausente del festival en los últimos años.
Al igual que lo habían hecho otros cineastas durante el certamen, Miranda aprovechó la tribuna para manifestarse en contra del gobierno de Michel Temer y su decisión de cerrar el ministerio de Cultura.
"Es muy peligroso para la libertad de expresión y la libertad artística", dijo el realizador en una rueda de prensa tras la premiación.
El sábado, el filme "Cinema Novo" de Eryk Rocha sobre ese movimiento cinematográfico nacido en Brasil en los años 1960 ganó el premio al mejor documental Ojo de Oro.
El largometraje "Aquarius" de Kleber Mendonça Filho protagonizado por Sonia Braga, la única película de América Latina que aspiraba a la Palma de Oro, se fue en cambio de Cannes con las manos vacías.
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