La visita del matrimonio Obama a la isla de Cuba ha supuesto algo más que un viaje oficial.
Hacía casi 90 años que un presidente estadounidense no pisaba suelo cubano, acontecimiento que ha convertido a Obama en el primero en pisar la isla tras la toma castrista.
Además de la connotación histórica del momento, la parafernalia que rodea a todo este acto ha acaparado la atención de los medios.
La popularidad de la primera dama, Michelle Obama, la ha convertido en uno de los referentes de moda en todo el mundo. Sus looks son imitados y analizados al detalle, y su impecable estilo sirve de ejemplo a otras mujeres de estado.
Para esta ocasión, la mujer de Obama eligió un vestido blanco con estampado floral firmado por la diseñadora venezolana Carolina Herrera. Esta elección pretendió ser un guiño al pueblo latino en el histórico viaje a la isla.
Carolina Herrera es una de las firmas más demandadas por mujeres como la reina Letizia o Máxima de Holanda, que han confiado en ella para vestirse en ocasiones especiales.
Vestir a mujeres tan relevantes es una apuesta comercial segura que las marcas saben manejar. Ejemplo de ello es que el vestido sin mangas con estampado floral que llevó Michelle se agotó a las pocas horas de que apareciera bajando las escaleras del Air Force One.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios