La destrucción de un gigantesco muñeco dedicado al personaje de animación Zamba, emblema cultural y educativo de la oposición kirchnerista argentina, causó una polémica con el gobierno el sábado llegó a las redes sociales.
El monigote de Zamba, popular niño moreno animador de tiras infantiles, se erigía en el parque temático Tecnópolis, una gigantesca feria pedagógica creada por la presidenta Cristina Kirchner (2007-2015, peronista de centroizquierda) en la periferia de Buenos Aires.
"Ni odio ni resentimiento. Memoria. Vamos a volver y no vamos a olvidarnos de esto", escribió en su cuenta de Twitter la legisladora comunal kirchnerista Gabriela Cerrutti.
El ministro de Medios del gobierno de centroderecha de Mauricio Macri, Hernán Lombardi, señaló el sábado que no puede "dejar de observar la ridiculez de altos dirigentes de la política K, que lo han intentado presentar esto como un hecho de discriminación ideológica".
Circulan por las redes fotografías de Zamba arrojado en la basura tras ser desmantelado el sector donde había entretenimientos educativos infantiles. Sus videos televisivos tenían como objetivo enseñar la historia argentina desde la patriótica Revolución de Mayo de 1810. Se difundían por el canal Pakapaka, destinado al público infantil.
"Me mató la destrucción de Zamba", lamentó en su cuenta de Twitter el animador líder del rating televisivo Marcelo Tinelli, quien nunca reveló sus preferencias políticas e incluso creó personajes caricaturescos del gobierno kirchnerista.
El sector de la feria Tecnópolis donde estaba el muñeco se denominaba "El asombroso mundo de Zamba".
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