Madrid, 11 may.- "Estoy tan contenta que no soy capaz de analizar lo que ha pasado", aseguraba esta noche a Efe la soprano Ainhoa Arteta nada más concluir la representación con Plácido Domingo de "Cyrano de Bergerac", que supone, "por fin", su debut en el coliseo madrileño, rendido a su interpretación de Roxane.
"Tiene que pasar tiempo para que pueda analizar lo que ha pasado porque ahora es tanta la alegría que siento de que todo haya ido tan bien que no puedo pensar", aseguraba aún vestida con el traje de su heroína y tras haber estado casi 8 minutos saludando desde el escenario.
Arteta, que ya tenía firmado su debut en el teatro madrileño para abril del año que viene, en el rol de Doña Elvira en "Don Giovanni", recibió hace una semana la llamada de Domingo y del director de la orquesta, Pedro Halffter, para saber si estaba "libre" y podía sustituir a la titular de la producción, su amiga Sondra Radvanovsky.
No se lo pensó, aplazó dos compromisos, y se puso a preparar esta obra que ya había cantado hace dos años con Domingo en San Francisco, en el mismo montaje, de Petrika Ionesco, que ahora llega al Real.
"Es tanta la adrenalina que corre por mis venas ahora que no dormiré hasta las siete de la mañana, estoy segura", añadía feliz la soprano, que también cantará la próxima función, la segunda de las cinco que están programadas.
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