Una maravilla de pan de oro, falso mármol de papel, azul cobalto y chorros de agua. Son los Salones Imperio, oasis del lujo de clase media para el género del bodorrio español, de los que ya no quedan. Ahí se podrían haber casado Alaska y su marido Mario Vaquerizo, que ya lo están por la bendición de Elvis Presley, el signo de Dolly Parton y la legislación americana.
Pero van a hacerlo otra vez, y así lo han contado en los Salones Imperio del Barrio del Pilar. Esta vez pasando por el Registro Civil de la calle Pradillo y con dos celebraciones, una para la familia y otra para los amigos íntimos -entre 50 y 80- y España entera porque ahí estarán las cámaras de MTV, grabando el desenlace de la primera temporada del reality show Alaska y Nacho, que comienza a emitirse en abierto el 11 de mayo.
El convite no será, finalmente, en estos salones ya que les pillaban algo a desmano, sino en otros de la Gran Vía, la calle en la que la pareja vive. "Modernices de minimalismos, nosotros, las justas", admite Alaska, que dice que la boda española ya no es así, estilo Imperio, sino con poca comida y colores crema.
Ya habían pensado arreglar papeles y casarse por lo civil, sin mucha pompa, hasta que un día José Corbacho, de El Terrat, le dijo a Mario Vaquerizo que tenía la idea de hacer un reality con ellos. "Sí, quiero", le contestó Mario. ¿Pero no quieres preguntarle antes a Alaska? "Sí, queremos", contestó inmediatamente. Tenía claro que había nacido para eso. Y cualquiera que conozca a Mario sabe que es verdad. "Ya tengo mi reality, yo, Mario Vaquerizo, ya puedo morirme tranquilo", ha dicho el cantante de Nancys Rubias, "el primer grupo de playback español".
Ocho semanas de rodaje con un equipo de televisión moviéndose por la casa, siguiéndoles mientras hacen la compra en El Corte Inglés, ensayando o haciendo los planes del casamiento. "Mario lo pasó fatal cuando se metió la gente en casa al principio", dice la artista, enfundada en un precioso vestido negro. "Nuestra casa no es como la mansión de los Osbourne y yo soy un maniático de la limpieza. Lo primero que le pedí al equipo de la tele es que por favor las paredes no se manchen. Sólo se manchó una uno poquito pero ya lo he limpiado y ahora estoy encantado".
Es poco lo que no se ve. Ellos se comportan con toda la naturalidad que posibilita llevar un micrófono encima y un camarógrafo detrás. Para generar más contenido, han llenado su agenda de cosas que hacer, más de lo que ya hacen normalmente. "Sólo he pedido que no se me vea en calzoncillos y haciendo pis", dice Mario. "A mí me da mucho asco ver a gente lavándose los dientes y al final me han pillado", dice Alaska tras verse en la promo por primera vez. "Lo que tú no quieres ver en los demás no lo quieres tampoco para ti" dice Vaquerizo, pensando en lo que se ha visto en otros realities, como el edredoning, por ejemplo.
Bañera de oro en fondo rojo
Alaska siempre ha admirado y defendido la prensa del corazón, desde adolescente, con esas tertulias en torno al Diez Minutos que se formaban en las casas de sus amigos. "Venimos de ahí, de la prensa del corazón" y por eso es natural acabar mostrando su casa, su vida, su bañera con patas doradas sobre fondo rojo. "Para nosotros, como artistas, no concebimos que la vida y la obra estén separados. Enseñar nuestro disco es como enseñar nuestro mundo", dice la cantante de Fangoria en clave warholiana.
Además de trabajo, amor, amigos y las impagables clases de inglés de Mario Vaquerizo, también habrá momentos de tensión. "Olvido se puso muy agobiada de la vida, es que ella es muy germánica, y pensó que no llegábamos a tiempo a la boda", eso también lo veremos ante las cámaras.
Aún les quedan dos semanas de grabación. La propia boda en el Registro, por ejemplo, tendrá lugar el 27 de mayo y de ahí Alaska se va corriendo a Aranjuez para tocar con Fangoria. Por el camino tendrá que quitarse su modelito confeccionado por Little Joe y Mario el suyo por Davidelfín.
Aparecen los canapés entre las mesas circulares de nuestro salón de bodas. "¡Tortilla!", exclama Alaska, "hay Mario, que no podemos, ¡que no cabremos en los trajes!".
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1. Los Orbourne
2. El de Pamela Anderson: Pam: Girl On The Loose
3. Keeping Up With The Kardashians
4. El Reencuentro
5. Hotel Glam
Top 5 de los momentos más vergonzosos de la televisión
1. Mario Vaquerizo saliendo por los aires en ¡Más que baile!, intentando imitar a Divine en Telecinco, sin pensar en que nadie que ve ese programa sabe quién es Divine.
2. "Al suelo todo el mundo".
3. Cualquier tirada de helicóptero.
4. Las malas noticias de los telediarios.
5. Cualquier entrevista en La Edad de Oro, no por Paloma Chamorro, sino por los que entrevistados.
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