Alberto Aguilar corta una oreja e un encastado toro de Escolar en Dax

  • El diestro Alberto Aguilar cortó una oreja de un encastado toro de José Escolar en el festejo celebrado hoy en la ciudad francesa de Dax.

André Viard

Dax (Francia), 16 ago.- El diestro Alberto Aguilar cortó una oreja de un encastado toro de José Escolar en el festejo celebrado hoy en la ciudad francesa de Dax.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de José Escolar, el cuarto como sobrero, muy bien presentados, con caras imponentes, casi todos cumplieron en varas y desarrollaron diversos grados de complicaciones de este encaste.

El primero no "rompió" nunca y humilló poco, el segundo embistió muy bien en el capote pero se vino a menos en el último tercio; probón hasta el tercer tercio fue el tercero que luego embistió con raza y transmisión; con sentido y "guasa" el cuarto; corto de embestidas pero obedeciendo el quinto; muy bueno por el pitón derecho el último, Todos fueron aplaudidos en el arrastre.AND PTG FRA MXC STI CCU SPU HOU

Fernando Robleño, silencio y ovación.

Jesús Martínez "Morenito de Aranda", silencio y vuelta.

Alberto Aguilar oreja y ovación.

La plaza se lleno.

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"ESCOLARES" APLICADOS

Alberto Aguilar, triunfador en esta plaza la temporada pasada, se entendió mejor con el toro más complicado de su lote que con el que parecía más agradable para el torero.

Su gran mérito frente al tercero, que tardó mucho en definirse y trajo de cabeza a su cuadrilla en banderillas por su forma de cortar los viajes y de apretar para adentro, fue de apostar sobre la base de la casta que se le adivinaba al toro y de no achicarse nunca cuando éste le miró de más en varias ocasiones.

Empezada por abajo, donde el toro rompió de inmediato, la faena fue a más, gracias tanto a la raza, nunca fácil, que evidenció el toro, como al desparpajo del torero.

Se entregó el toro y se creció el torero, a lo largo de una faena con tinte juvenil concluida con un estoconazo de ley cuando, ya rendido ante la voluntad del torero, el toro se vino a menos y empezó a salir suelto de la muleta, que hasta ese momento había seguido con mucho celo, por abajo y hasta el final.

Esa faena hubiera podido ser completada con otra de más encaje y sosiego, de haberse percatado antes Alberto Aguilar de la clase que atesoraba su segundo toro por el pitón derecho, por donde seguía los engaños a la manera de los "saltillos" mexicanos.

Cuando se convenció ya era tarde para cuajar faena, pero no para mostrar la calidad del toro que quedó patente en la última tanda. Esta vez pinchó y perdió posiblemente otra oreja.

A Robleño le tiene que perseguir algún gafe a la vista de la poca suerte que tiene en los sorteos.

A su primero le faltó entrega, y embistió de manera informal, sin humillar mucho. Aprovechó la inercia Robleño pero pinchó tres veces, lo que le hizo perder un posible trofeo.

El cuarto bis fue un toro con mucho sentido y no poca guasa con el que Robleño se la jugó sin trampa ni cartón, sorteando las tarascadas y aprovechando las pocas embestidas medio claras del mal nombrado "Pocapena".

Fue una faena de cabeza, corazón, esfuerzo disimulado y no pocas habilidades, desafortunadamente mal rematada con la espada.

El primero de Morenito de Aranda le permitió a su matador dibujar unos lances estéticos antes de venirse a menos demasiado pronto. Faltó empuje y ligazón, pero hubo algunos buenos muletazos sueltos. Mató de un estoconazo letal.

Asimismo se empleó bien de salida el quinto, y Morenito dibujó otra vez unos capotazos garbosos. Pero también se vino abajo muy pronto el toro, desarrollando sentido en sus cortas embestidas.

La faena fue de voluntad, y después de dejar una muy habilidosa estocada entera, Morenito forzó algo la vuelta, pero al final el público le dio la razón.

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