Desde muy temprano del jueves 21 de enero, unos operarios destrozan la calle Españoleto, repartiendo a diestro y siniestro escombros, chatarra y coches demolidos, entre ellos un Seiscientos azul setentero, sobre el asfalto de la céntrica calle de Madrid. Están montando un set de rodaje que reconstruye el atentado contra Carrero Blanco, secuencia que forma parte de la película Balada triste de trompeta, de Álex de la Iglesia.
En esa calle del barrio de Chamberí, el director de cine rueda los dos próximos días las escenas de este hito del tardofranquismo, cuando la banda terrorista ETA, en la denominada Operación Ogro, hizo saltar por los aires el coche oficial del presidente del Gobierno de la dictadura.
La calle Españoleto, por tanto, simulará los destrozos de la calle Claudio Coello de aquel estruendoso 20 de diciembre de 1973. La similitud de las fachadas y ventanales de ambas vías parece que le ha convencido a De la Iglesia, que, en las últimas semanas, estuvo por la zona aprobando las localizaciones, según comentan algunos vecinos del barrio.
De la Iglesia avanza así con su plan de rodaje en lo que será su próxima película que retratará de una manera muy personal las etapas de la Guerra Civil y el franquismo, narrados desde la perspectiva temporal de 1973, fecha en que el realizador tenía ocho años.
El filme lo protagonizan Carlos Areces, Antonio de la Torre y Carolina Bang, aunque también contará con la participación de actores como Santiago Segura, Sancho Gracia, Fernando Guillén Cuervo, Fran Perea o Raúl Arevalo, entre otros. Las localizaciones, además de la calle Españoleto, se ubicarán en Alicante o en el Valle de los Caídos durante las nueve semanas del rodaje.
El propio Alex de la Iglesia, bajo seudónimo, promociona por internet esta película, a través de un blog personal, bajo el seudónimo de La señora mayor.
"Santiago [Segura] ha estado extraordinario. Divertidísimo. Brillante. El look es espeluznante y divertidísimo a la vez, si eso es posible: y encima su personaje tiene vida propia. Hoy ha sido el primer día de Sancho [Gracia], que se ha portado de maravilla, gracias a que le hemos tratado como lo que es, una estrella", escribe en el blog.
En este cuaderno de bitácora, De la Iglesia relata las vicisitudes del rodaje y los hitos de lo que hace meses era tan sólo un proyecto. Sin embargo, lo más significativo es la carta que De la Iglesia realiza en dicho blog. El director confiesa que rueda esta película para "exorcizar un dolor en el alma que no se le va con nada".
Si seguimos los post de la bitácora, también descubrimos que el plan de rodaje será intenso. De la Iglesia expone que quiere "rodar rápido, y mucho, ametrallar la película con secuencias dolorosas y chirriantes".
Payasos tristes
"Quiero que la película transcurra en el 73, cuando tenía ocho años. Recuerdo aquello como un sueño o una pesadilla ininteligible. El franquismo en su declive es como la prehistoria de mi vida. Allí se ocultan animales salvajes, muertos de hambre y pena, asesinos, y mis hermanos, mi madre, y sobre todo, mi padre", explica.
"Quizá es el año en el que la realidad se ha parecido más a los sueños. El Lute, la muerte de Carrero Blanco, los payasos de la tele, forman un todo indivisible en mi cabeza. No sé quién era payaso y quién niño en aquella", continua la carta del director en dicho blog.
Según adelantó hace unos días, el también presidente de la Academia del Cine, Balada triste de trompeta comienza con la historia de un payaso de un circo que es reclutado por los milicianos durante la Guerra Civil española y que disfrazado de clown combate contra el bando Nacional. Su hijo, Javier, le ve morir mientras cumple condena en el Valle de los Caídos, tras el final de la guerra.
En 1973, un Javier ya adulto consigue el puesto de payaso en un circo, donde convive con personajes esperpénticos, como un hombre bala o un domador de elefantes. La película avanza con otra guerra. Allí, Javier también coincide con otro payaso, Sergio, con el que rivaliza por el amor de una bailarina.
El filme integrará, con esta trama sentimental de fondo, dos de los episodios más negros de nuestro país: la Guerra Civil y el franquismo.
En los próximos días, es seguro que Alex de la Iglesia actualizará el blog con las dificultades que entraña rodar en el centro de Madrid, entre cascotes, chatarra, vigas y vecinos curiosos que se paran y hacen fotos con el móvil a este extraño set de la calle Españoleto, que reconstruye el atentado contra Carrero Blanco.
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