Amancio Prada pone voz a las Coplas de Jorge Manrique, ilustradas por Mestre

  • Madrid.- Las "Coplas" de Jorge Manrique es una de las obras que más interés ha despertado a lo largo de la historia, un poema del siglo XV, una elegía "que dice las cosas más graves con las palabras más claras". Ahora, Amancio Prada, que se atreve con todo, le ha puesto música y voz en un libro disco, con ilustraciones de Juan Carlos Mestre.

Amancio Prada pone voz a las Coplas de Jorge Manrique, ilustradas por Mestre
Amancio Prada pone voz a las Coplas de Jorge Manrique, ilustradas por Mestre

Madrid.- Las "Coplas" de Jorge Manrique es una de las obras que más interés ha despertado a lo largo de la historia, un poema del siglo XV, una elegía "que dice las cosas más graves con las palabras más claras". Ahora, Amancio Prada, que se atreve con todo, le ha puesto música y voz en un libro disco, con ilustraciones de Juan Carlos Mestre.

"Recuerde el alma dormida/avive el seso y despierte contemplando/ cómo se pasa la vida/cómo se viene la muerte /tan callando...", dice la primera de las 40 coplas, escritas en octosílabos con versos de pie quebrado que forman el poemario "Las coplas a la muerte de su padre", que ahora se presentan en un bello volumen con las canciones, acuarelas y las caligrafías, de Pablo González, publicado por Editorial Casariego.

Así, este clásico de la literatura española se ha convertido en un "códice del siglo XXI", al simular el proceso creativo de las obras medievales, ya que une manuscritos, ilustraciones y trovas.

El libro se divide en dos partes. En la primera de ellas se contraponen las acuarelas y grabados llenos de luz y color del artista visual y poeta Juan Carlos Mestre, con las caligrafías de Pablo González, escriba y copista contemporáneo.

Y en la segunda parte de este objeto libro, la intensidad cambia, de forma y manera, con la transcripción de las coplas cantadas; en una clara invitación a que el lector acompañe su lectura con la interpretación de Prada; además, las ilustraciones de Juan Carlos Maestre son diametralmente diferentes.

En este caso, el artista utiliza las técnicas del "frottages" o calcos realizados a lápiz sobre elementos de las lápidas hechas en el cementerio de Roma, "Cimitero degli Inglesi" (cementerio de los ingleses), donde se encuentran las tumbas de los poetas John Keats y Percy Bysshe Shelley.

Para el poeta y cantautor leonés Amancio Prada, cuya composición musical está dividida en diez partes y dura aproximadamente 40 minutos, la tentación de meterse con estas cuarenta Coplas le viene de lejos.

"En tiempos musiqué alguna pero ahora se trata de una obra de largo aliento, con la música pensada como un río que va recorriendo o reflejando diferentes paisajes, pensamientos y emociones", explica a Efe este poeta, que envuelve en terciopelo la profundidad del texto

"De cualquier manera -precisa-, la muerte de mi padre hace ocho años fue algo que determinó que me metiera en esto. La obra arranca como el río cuando nace flaco y delgado, con mi voz y la guitarra. Después, el caudal va creciendo y van unos violochelos que recorren el primer trayecto del poema, que tiene un carácter fundamentalmente reflexivo".

Luego -añade el autor-, viene la parte donde se canta al tiempo y donde se incorporan otras voces, masculina y femenina, para llegar a la siguiente tramo, donde se trasluce un remanso de paz en la figura del padre, el Maestre de Santiago, don Rodrigo Manrique, cantando las virtudes del hombre con un coro octaviano, de exaltación.

"Y se llega al final, que es el más emotivo e íntimo, con el diálogo entre la muerte y el maestro. Una muerte que no es tétrica, sino dulce. Es como una amiga que viene a tenderle la mano y a consolar al que va a morir con voluntad placentera, y en ese tramo final la vida, que es como el río, llega a la mar", concluye.

Este poema, que es una reflexión sobre la vida, la muerte, la fama y la fortuna, desde que se publicara no se sabe cuando, pero sí después del 11 de noviembre de 1476, la fecha en la que se murió Rodrigo Manrique, no ha dejado de ser recitado.

En esta travesía artística le han acompañado a Amancio Prada, la guitarra flamenca de Josete Ordóñez, el piano de Eduardo Laguillo, un dúo de violonchelos y un coro flamenco de voces mixtas y la colaboración de La Shica.

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