Amor, intriga y magia en el Toledo barroco con "El cielo en un infierno cabe"

  • El proceso de una misteriosa joven por la Inquisición en Toledo es el inicio de "El cielo en un infierno cabe", la nueva novela de Cristina López Barrio, "una historia de amor trágica y de lucha por la propia identidad de la persona".

Samuel Regueira

Toledo, 23 jun.- El proceso de una misteriosa joven por la Inquisición en Toledo es el inicio de "El cielo en un infierno cabe", la nueva novela de Cristina López Barrio, "una historia de amor trágica y de lucha por la propia identidad de la persona".

La novela, cuyo título evoca al verso de un célebre poema de Lope de Vega, representa para su autora "el goce y el sufrimiento extremo por amor", en una novela barroca "muy desmesurada", con toques de realismo mágico y enmarcada en los bajos fondos de la sociedad española del siglo XVII.

López Barrio explica a la prensa que, conforme escribía, la historia "fue creciendo" en su entramado de intrigas y pasiones trágicas hasta el punto de que en su inmensa galería de personajes "nunca hay un villano claro", con la excepción del inquisidor Pedro Gómez de Ayala, del mismo modo que en la vida "no hay personas únicamente buenas o malas, todos son grises", precisa a Efe.

Otro rasgo contemporáneo de la novela, según su autora, es que destila un "desencanto con la sociedad paralelo a la situación actual", dado que el argumento se encuadra en pleno apogeo de la Leyenda Negra de España, un momento histórico clave que marca el comienzo de la decadencia del país.

La historia aúna fantasía gótica y realidad barroca al igual que los múltiples cuentos mágicos que jalonan la historia de Toledo, entre los que destacan la leyenda del Santo Niño de la Guardia, la fábula del Pozo Amargo o el mito de la amante del Greco, entre otros.

De este modo, "El cielo en un infierno cabe" se emplaza en reconocibles ubicaciones de la capital castellanomanchega, como la Plaza de Zocodover, lugar en el que se celebraban los autos de fe inquisitoriales como el que tiene lugar en el clímax de la novela.

A diferencia de otras ciudades como Madrid y Valladolid, la Plaza Mayor de la ciudad de Toledo nunca celebró autos de fe, ya que pese a su nombre suponía un espacio más reducido, reservado para el emplazamiento de lugares de ocio como el Corral de Comedias.

El callejón de Jesús, otro de los lugares más representativos de Toledo, que sirve como inspiración para la casa del notario de la novela, o la plaza de San Vicente, en la que se sitúa una de las sedes de la Inquisición y en la que se desarrollaría el ficticio proceso judicial de "El cielo en un infierno cabe".

Las prácticas reales de la Inquisición se ven también recogidas en la novela de López Barrio, como los largos procesos judiciales, cuyas actas quedaron registradas con detalle en los archivos provinciales, o los métodos de tortura como el potro, utilizado como instrumento para arrancar confesiones a los acusados.

"El cielo en un infierno cabe" es la segunda publicación de López Barrio (Madrid, 1970), licenciada en Derecho por la Universidad Complutense y especialista en Propiedad Intelectual, tras "La casa de los amores imposibles" y su debut como escritora en 2009, la novela juvenil "El hombre que se mareaba con la rotación de la Tierra".

Con su primera obra para adultos editada en 2010, "La casa de los amores imposibles", ha llegado a más de 100.000 lectores en toda España, una novela que además se ha traducido a 20 idiomas y que este año llega a Estados Unidos.

Tras acabar "El cielo en un infierno cabe", López Barrio confiesa sentirse "hueca, con la sensación de no poder escribir nada más", y aunque reconoce que la historia "queda lo suficientemente abierta como para permitir una segunda parte", de momento no tiene la intención de continuarla.

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