Angela Gheorghiou vuelve a Covent Garden en su rol más famoso, el de Violeta

  • Londres.- Angela Gheorghiou ha vuelto triunfalmente a la Royal Opera House en el rol que la catapultó al estrellato internacional en 1994 y con el que más se la identifica: el de Violeta en "La Traviata", de Verdi.

Angela Gheorghiou vuelve a Covent Garden en su rol más famoso, el de Violeta
Angela Gheorghiou vuelve a Covent Garden en su rol más famoso, el de Violeta

Londres.- Angela Gheorghiou ha vuelto triunfalmente a la Royal Opera House en el rol que la catapultó al estrellato internacional en 1994 y con el que más se la identifica: el de Violeta en "La Traviata", de Verdi.

Parece, ésta del Covent Garden, una producción hecha especialmente para ella, y así lo confesó la soprano rumana a Efe anoche antes de su actuación, que se repetirá los días 11,14 y 17.

"Es mi producción, yo elegí en su día hasta los trajes", aseveró la artista.

Han pasado dieciséis años desde entonces, pero Gheorghiou no sólo sigue pareciendo físicamente la misma, sino que no ha perdido nada de su entusiasmo en la interpretación de esa heroína trágica consumida por la tisis y redimida por el amor al final de su vida.

Dotada de una voz aterciopelada, la soprano rumana canta con total entrega, derrocha sentimiento y expresividad, borda agudos y coloraturas y se muestra al mismo tiempo como una consumada actriz, un poco de la vieja escuela, en ese papel a su medida.

El público ama su voz, su físico y sus gestos y la premia con estruendosas ovaciones, que ella agradece siempre con gestos de gran diva.

De los intérpretes de la producción original de Richard Eyre, que dirigió desde el podio George Solti -el maestro con el que Gheorghiou se ha sentido más a gusto, según ha declarado en más de una ocasión-, sólo queda ahora ella en este "revival".

El papel de Alfredo, que entonces interpretó Frank Lopardo, lo hace esta vez el estadounidense James Valenti, un tenor alto, espigado y dotado de una voz viril que ha cantado ya ese papel en otros teatros, desde Salzburgo (Austria), Bolonia (Italia) y Las Palmas de Gran Canaria (España) hasta Berlín y Nueva York.

Desgraciadamente no parece haber demasiada química entre los dos, tan dispares físicamente, en detrimento de la necesaria tensión dramática por ejemplo en los dúos.

En 1994, Leo Nucci, un conocido especialista en el repertorio verdiano, encarnó al padre de Alfredo, Giorgio Vermont, papel que ahora canta el serbio Zeljko Lucic, otro barítono de voz potente, totalmente apropiada para los papeles verdianos.

Con razón Lucic fue objeto anoche de las mayores ovaciones del público, después naturalmente de Angela Gheorghiou.

El franco-canadiense Yve Abel, principal director invitado de la Deutsche Oper berlinesa, no estuvo a la siempre difícil altura del Solti de la producción original, según algunos críticos, y se notó en momentos cierto desacompasamiento en los tiempos.

Esta producción de "La Traviata", con decorados de época de Bob Crowley, viajará con la Royal Opera a Japón (Yokohama y Tokio), donde Gheorghiou confía en recibir nuevas ovaciones de un publico que la adora.

Mientras tanto, la soprano rumana tiene entre sus planes interpretar a Amelia Grimaldi en "Simón Boccanegra", también de Verdi, en el Teatro Real, de Madrid; encarnar a Adriana Lecouvreur (Francisco Cilea) y Tosca (Puccini), en la Royal Opera, además de Margarita, en Fausto (Gounod), en la Metropolitan Opera neoyorquina.

Joaquín Rábago

Mostrar comentarios