Sevilla, 7 sep.- El novillero Tomás Angulo dio sendas vueltas al ruedo en los dos novillos de su lote, el segundo de los cuales le produjo una posible lesión de ligamentos en la rodilla derecha, en la novillada celebrada anoche en La Maestranza de Sevilla.
Se lidiaron novillos de Yerbabuena, bien presentados, descastados y complicados.
Fernando Adrián, silencio tras aviso y silencio tras aviso.
Tomás Angulo, vuelta tras petición y vuelta.
Luis Miguel Castrillón, silencio y silencio.
Tomás Angulo, que sufrió una fuerte voltereta al entrar a matar al quinto, fue atendido en la enfermería de una posible lesión de ligamentos en la rodilla derecha, de pronóstico reservado.
La plaza tuvo un cuarto de entrada.
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