Antonio de la Torre: "Con el personaje de Torrente me quito el sombrero"

  • El éxito le ha llegado a los cuarenta, pero se aferra a él con ganas, humildad y mucho trabajo. Nominado este año al Goya por su papel en 'Balada triste de trompeta', Antonio de la Torre estrena ahora 'La mitad de Óscar'. En esta hace de secundario, pero su única escena es una de las mejores de la película. Y aún tiene en cartel 'Primos', una comedia desternillante.
Antonio de la Torre participa en 'La mirad de Óscar'
Antonio de la Torre participa en 'La mirad de Óscar'
Carlos Álvarez / Getty Images
M. J. Arias

Antonio de la Torre se ha convertido en uno (sino el que más) de los actores españoles con más títulos estrenados de carrerilla. En los últimos meses se han estrenado 'Balada triste de trompeta', 'Dispongo de barcos', 'Carne de neón', 'Primos' y, esta semana, 'La mitad de Óscar'. Aprovechando la promoción de esta última –dirigida por Manuel Martín Cuenca y en la que los verdaderos protagonistas son Rodrigo Sáenz de Heredia y Verónica Echegui–, De la Torre repasa sus últimos trabajos y comparte impresiones.

En 'La mitad de Óscar' interpreta a un personaje de una sola escena en la que no se le ve la cara completa en ningún momento y que tiene casi más líneas de texto en ocho minutos y medio que el resto de actores en toda la película. La historia es la de dos hermanos separados durante dos años a quienes la muerte de su abuelo vuelve a unir. Entre ellos, un secreto por desvelar al espectador, muchas miradas y muchos silencios que interpretar.

'La mitad de Oscar' es una película sobre silencios, miradas y secretos. Sin embargo, tu personaje es un taxita sin problemas para verbalizar sus problemas personales ¿cuál es su función dentro de la película?

Creo que es un tío que sirve como espejo del protagonista y de su propia soledad. De hecho, en el monólogo del taxista hay muchas referencias a las circunstancias de Óscar. Una serie de elementos metidos de forma muy sutil en el guión que ayudan a contar la historia de frustración de este personaje, que busca su mitad y encuentra un reflejo de sí mismo a través de ese taxista. Eso desencadena una reacción muy violenta.

Sólo tienes una escena de ocho minutos y medio en la que hablas casi más que cualquier otro personaje y en la que no se te ve salvo en un plano de escorzo, ¿cómo se prepara un papel tan corto, pero tan intenso?

Manolo [el director] y yo nos conocemos desde hace mucho tiempo. Tenemos una relación muy estrecha y hay códigos que compartimos. Ensayamos muchas veces esta escena, en lugares donde quedábamos él y yo y finalmente en Almería con Rodrigo. Luego se organizó todo en plano secuencia. Los ocho minutos y medio que dura ese trayecto por la costa almeriense se rodó así, del tirón. Habíamos medido el texto para que cupiera en ese recorrido. Tiene un trabajo de precisión bastante importante. Se rodó en dos noches. La primera para hacer ese plano en escorzo que comentas y la siguiente para el plano de Rodrigo.

Es una película intimista, sin apenas diálogos, sin música, con una historia dura de contar… ¿cómo crees que la acogerá el público?

Públicos hay tantos como películas. Es difícil hablar de una cosa homogénea. Creo que es una historia para amantes del buen cine, de las historias… y no sé quiénes entran ahí. También hay que tener en cuenta que por el número de copias con las que sale no vamos a ser el pequeño Torrente.

Ahora que mencionas Torrente… Tú que participaste en la primera y sabes como se cocina, ¿cuál crees que es la receta de su éxito?

La honestidad de Santiago con su producto. La que más me gustó fue la primera, porque es donde estaba el hallazgo. Quizá no estoy siendo justo con esto porque, claro, es más fácil que te sorprenda la primera que las siguientes. Creo que Santiago tiene el gran mérito de haber descubierto un personaje magistral. Luego yo les pongo 'peros', más o menos, pero con el personaje de Torrente me quito el sombrero. Para mí es la creación más brillante de Santiago, al que conozco muy bien y es amigo mío. Torrente tiene algo muy corrosivo, que engancha con el esperpento. Estoy muy contento con como está yendo, por Santiago, por el cine hecho en España y por la distribuidora que ha apostado por él.

Últimamente te vemos mucho en los cines, ¿sientes que estás viviendo tu mejor momento como actor?

Hasta la fecha sí. No sé si alguno mejor está por venir. O no y aquí ya viene el descenso. Tampoco me quiero parar mucho a pensarlo. Prefiero seguir trabajando con humildad y haciendo lo que pueda, lo que me ofrezcan. No sé qué pasará. Desde luego lo estoy disfrutando mucho, me ha llegado con cuarenta años y soy consciente de que a muchos compañeros no les llega nunca. Me quiero acordar de ellos. Sobre todo, animar a los actores y actrices que lo están intentando, que piensen que en cualquier momento puede ocurrir. Si a mí me ha llegado el momento, a cualquiera le puede llegar. Ese es el eslogan.

¿Recibes muchos guiones?

Últimamente, sí. Este año tengo unos cuantos. No me puedo quejar.

¿Y qué hace que elijas uno u otro?

Normalmente no es lo habitual, no quiero dar la sensación de que tengo muchos sobre la mesa. Dos es plural ya. No vayamos a pensar que tengo una oficina con uno contratado para que me los vaya seleccionando (entre risas). En general, en España elegir no es habitual. No hay tanto negocio. El criterio es más de palabra dada, compromiso con la persona con la que he hablado… Cuando me ha coincidido más de un proyecto, ese es el criterio que he seguido. No me atrevería a decir de mí mismo que soy un actor que elige papeles.

¿Tienes algo en mente que te gustaría hacer y que aún no hayas hecho?

No me paro mucho a pensar en lo que no he hecho. Por decirte algo, te diría que me gustaría hacer una peli de terror, porque era un género que me fascinaba de adolescente. Aunque hay algunas que envejecen muy mal. 'Posesión infernal' la vi de adolescente y me cagué vivo. Cuando la repusieron en el Alphaville me dio por ir y hay que ver como se notaba la cara del muñeco. El terror es un género que me parece alucinante. Aunque voy de cultureta por la vida, sigo siendo un poco fan. 'Rec' me fascino, por ejemplo. 'El exorcista' es mi película favorita, la he visto a lo largo de mi vida varias veces y siempre me ha resistido.

Y de todo lo que has hecho, ¿guardas un cariño especial a algún trabajo?

El Antonio de 'Azuloscurocasinegro'. Por lo que supuso para mi carrera, por como me lo ofrecieron, por la sensación del trabajo bien hecho que se percibía por la gente que la había visto... Es una película que me ha dado muchas alegrías.

¿Y ahora en qué andas metido?

Voy a rodar con Alberto Rodríguez una historia de policías en la Sevilla de finales de los ochenta.

Ya ha pasado un tiempo de los Goya, el suficiente para digerirlo. ¿Qué pasó con 'Balada triste de trompeta'?

Es un poco el principio de Arquímedes. No creo que hubiese un castigo a 'Balada' sino un premio a 'Pa Negre'. Pero claro, como el Goya solo se le da a uno. 'Pa Negre' está muy bien, a mí me gustó mucho. Además, siempre se genera como una corriente, es raro que se repartan los premios. El año pasado pasó con 'Celda 211', aunque se veía venir más que este. Mi única pena, entre comillas, es que tenía que haber sido mucho más vista en los cines, merecía más taquilla de la que ha recaudado.

Y en lo personal, ¿te sorprendió el Goya a Bardem o lo sorprendente habría sido que no se lo diesen?

Su trabajo en 'Biutiful' está muy bien, él es un actorazo y la percepción que yo tenía por lo que había leído era de una corriente muy favorable hacia su trabajo. Luego, siempre, en el momento en el que dicen los nombres tienes un…

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