"Antonio y Cleopatra", una realidad más interesante que el mito de Hollywood

  • El historiador británico Adrian Goldsworthy recrea en su libro "Antonio y Cleopatra" la verdadera historia de estos personajes "en su contexto y desde el principio", una realidad que, según el autor, resulta "mucho más interesante que el mito que Hollywood y el arte en general han creado" sobre ellos.

Laura G. Orihuela

Madrid, 8 sep.- El historiador británico Adrian Goldsworthy recrea en su libro "Antonio y Cleopatra" la verdadera historia de estos personajes "en su contexto y desde el principio", una realidad que, según el autor, resulta "mucho más interesante que el mito que Hollywood y el arte en general han creado" sobre ellos.

"Todos eran muy fríos y calculadores, pero tenían que serlo, porque en esa época donde imperaba la necesidad de sobrevivir, la pasión ocupaba un plano secundario", afirma en una entrevista con Efe este escritor, un apasionado de la Historia que anteriormente ha publicado obras como la biografía de "César" y "La caída del imperio romano".

Para comenzar su relato sobre "Antonio y Cleopatra" (La Esfera de los Libros), Goldsworthy se remonta a la época de Alejandro Magno, ya que fue a la caída de este, en el 323 a.C., cuando la familia de Cleopatra tomó el poder de una parte de su imperio, Egipto, aunque tendrían que correr mucha sangre y unos cuantos años más hasta que ella reinara en el 51 a.C.

"Cleopatra vivió la unión de la cultura de Grecia y Roma. Aunque su familia era griega, ella fue la primera que se tomó la molestia de aprender la lengua egipcia". Sin embargo, fue reina de Egipto gracias a sus dos amantes romanos, y los únicos conocidos: primero César y luego Marco Antonio, los hombres más poderosos del mundo en momentos diferentes de la historia.

"César era una persona impresionante, muy sofisticada, generosa con los pobres, y su ideología era contraria al sistema romano que controlaba ya que este se había construido para que el poder no recayera sobre un solo hombre, pero aunque era treinta años más viejo que Cleopatra, era ambicioso y en esto coincidía con ella", señala Goldsworthy.

En cuanto a Marco Antonio, el escritor explica que "era de familia noble y decía proceder de Hércules para exaltar su físico. Estuvo bajo el mando de César como soldado, y llegó a gobernar Roma, sin embargo, no fue tan culto como este y aunque su diferencia de edad con Cleopatra era menor, nunca estuvo a su altura en cuanto a inteligencia".

En un mundo controlado por Roma, "estos hombres significaron para Cleopatra una alianza política, pero también sentimental", asegura el autor del libro, y es que la reina no solo tenía que preocuparse por amenazas extranjeras, dado que en su familia, la de los Ptolomeos, era muy común el asesinato entre sus miembros para alcanzar el poder.

Así, Cleopatra mató a sus hermanos para mantenerse como reina, y cuando Egipto estaba a punto de perder la protección de Roma a causa de la invasión de Octavio Augusto, heredero de César, sabiendo esta la reacción que tendría Marco Antonio, le hizo creer, a través de un mensajero, su propio suicidio.

Marco Antonio se clavó un puñal en el pecho pero antes de fallecer vio a Clepatra. Una vez muerto, la reina jugó su última baza para salvar Egipto y mantener su poder.

Intentó negociar con Octavio Augusto, pero fue imposible porque "él la había utilizado como propaganda en Roma, donde la veían como una amenaza por haber acaparado la atención de Marco Antonio", afirma Goldsworthy, por lo que no tuvo otra opción que el suicidio.

Finalmente, el joven Octavio Augusto, según Goldsworthy, "una persona muy pasional pero muy capaz", conquistó Egipto y "llegó a gobernar el Imperio romano hasta sus 70 años", ha asegurado el escritor, quien ha anunciado que este personaje será el tema de su próximo libro.

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