Aparecen dos nuevas biografías de Karl May de cara al centenario de su muerte

  • La relativa proximidad del centenario de la muerte de Karl May, que se cumplirá el 30 de marzo de 2012, ha traído ya la publicación de dos biografías sobre el escritor, que se espera que sean el comienzo de una avalancha de ediciones sobre el autor de "Winnetou" y "Old Shatterhand".

Rodrigo Zuleta

Berlín, 8 nov.- La relativa proximidad del centenario de la muerte de Karl May, que se cumplirá el 30 de marzo de 2012, ha traído ya la publicación de dos biografías sobre el escritor, que se espera que sean el comienzo de una avalancha de ediciones sobre el autor de "Winnetou" y "Old Shatterhand".

La obra de Karl May, compuesta exclusivamente por novelas de aventuras, es la más vendida en la historia de la literatura. En total, se han vendido 200 millones de ejemplares de libros de May, cifra que sólo superan en el mundo entero Agatha Christie y Joanne K.Rowling.

No obstante, la gran recepción del público ha estado generalmente acompañada de un cierto desprecio de parte de la crítica especializada, en un país en donde las fronteras entre literatura culta y literatura popular han sido tradicionalmente más rígidas que en otros países europeos.

Una excepción a esa actitud ha sido Helmut Schmiedt, actualmente profesor de Filología germánica en la Universidad de Coblenza, que desde el comienzo de su carrera académica se ha ocupado paralelamente del drama de la ilustración o de la obra de Goethe y de las novelas de Karl May.

De hecho, su tesis doctoral, presentada en la Universidad de Bonn a finales de los años 70, se titulaba "Karl May. Studien zu Leben, Werk und Wirkung eines Erfolgschrifsteller" ("Karl May, Estudios sobre la vida, la obra y la repercusión de un escritor de éxito").

Ahora, de cara al centenario, Schmiedt ha publicado una biografía titulada "Karl May oder die Macht der Phantasie" (Karl May o el poder de la fantasía).

En el título hay cierta ambigüedad, ya que, mientras por una parte apunta a la fantasía que nutre la creación literaria, por el otro lado se refiere a la condición de impostor de May, que en un momento dado de su carrera se presentaba como si él hubiese vivido personalmente las aventuras de sus personajes y vendía sus novelas como libros de viaje.

Schmiedt sostiene la tesis de que, más que una impostura, lo que había en esa actitud de May era un reflejo de su personalidad narcisista, que terminó llevándolo a la imposibilidad de distinguir entre realidad y ficción.

La segunda biografía, escrita por el periodista Rüdiger Schapper, apunta ya en el título a la condición de impostor que muchos suelen atribuirle a May. "Karl May. Untertan, Hochstapler, Übermensch" (Karl May. Súbdito, impostor, superhombre") es el título del libro de Schapper publicado por la editorial Siedler de Múnich.

Ambas biografías describen además la evolución de May, que nació en una familia pobre y en su juventud terminó cayendo en un mundo de pequeños criminales, lo que terminó llevándolo a la cárcel, donde empezó a escribir.

Los dos libros también se ocupan de la recepción que ha tenido May a través de la historia y resaltan cómo su figura ha sido instrumentalizada, y también vilipendiada, por ideologías de la más diversa índole.

Los nazis, por ejemplo, tuvieron una actitud ambivalente ante May, ya que, aunque el propio Adolf Hitler veía en Winnetou un modelo para la juventud alemana, muchos ideólogos del nacionalsocialismo veían en los libros del escritor una glorificación de la mezcla de razas y elementos de propaganda pacifista.

Desde la izquierda, ha habido quien han acusado a May de ser un propagandista del imperialismo y un antecedente del nacionalsocialismo. Otros, sin embargo, han visto en sus obras un elemento liberador, relacionado con el mito del buen salvaje de Jean-Jacques Rousseau.

Así, por ejemplo, la activista pacifista Bertha von Suthner sostenía que quien oía hablar a May sentía que "desde su corazón salía la fuerza del bien".

El filósofo Ernst Bloch -cuya obra inspiró a la Escuela de Fráncfort y al movimiento estudiantil de los años sesenta y setenta- decía que en materia de cultura solo existían "Karl May y Hegel, todo lo que hay en el medio es una mezcla impura".-

Mostrar comentarios