Madrid.- Exposiciones divulgativas, mesas redondas, y talleres arqueológicos y formativos son sólo algunos de los elementos que el Instituto Cervantes y la Fundación Atapuerca utilizarán para difundir y mostrar al mundo la importancia de los hallazgos del yacimiento arqueológico burgalés de Atapuerca.
Este yacimiento, que lleva el nombre de la sierra que lo alberga, es el más importante del mundo por su volumen, calidad y variedad de fósiles humanos, algunos de ellos con 1,5 millones de años de antigüedad.
En este lugar hay restos del Homo Antecessor, el primer poblador de la Península Ibérica, y de Homo Heidelbergensis, un humano posterior al Neandertal, de una constitución más fuerte que éste, y el primero en realizar prácticas funerarias.
De hecho, en Atapuerca hay un pozo de doce metros que continúa por una rampa de diez metros y que muere en una estancia de quince metros cuadrados que el Homo Heidelbergensis utilizó yace 400.000 años como sala funeraria.
La evolución del hombre, desde el Antecessor al Heidelgergensis, es el objeto de la tarea divulgativa que realizarán conjuntamente el Instituto Cervantes y de la Fundación Atapuerca durante este año y el que viene.
Entre otras actividades, cuentan con la exposición itinerante "Atapuerca, la aventura de la evolución humana", que ya está en Brasil y que viajará por todo el país pasando por Belo Horizonte, Brasilia, Río, Curitiba, Porto Alegre y Salvador de Bahía.
El Cervantes y la Fundación Atapuerca cuentan también con la exposición "Atapuerca. Arco iris de la evolución humana", una exhibición de cuarenta acuarelas que muestra los lugares, hallazgos, actividad humana, animales y plantas que pueden verse en estas excavaciones y que a partir de octubre se expondrá en el Museo Nacional de Arqueología de Jordania, en Ammán.
Las exposiciones se completan con una serie de talleres para niños en los que arqueólogos del yacimiento mostrarán a los niños y jóvenes cómo se hacía el fuego, cómo se construían las herramientas, cómo evolucionó el uso de estas herramientas y, en definitiva, cómo vivían los distintos grupos de antecesores humanos.
Estos talleres de carácter lúdico, educativo y participativo se podrán ver en centros del Instituto Cervantes de ciudades tan distintas como Cracovia, Tánger, Tetuán, Brasilia, Belo Horizonte, Ammán, Utrecht, Bucarest, Lyon o Burdeos.
En la presentación de estas actividades, la directora del Instituto Cervantes, Carmen Caffarel, ha subrayado que esta institución tiene el deber de difundir al mundo no hispanohablante los hallazgos de Atapuerca, un producto "típicamente español" que alberga algo tan importante como los restos del primer europeo".
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Atapuerca, José Bermúdez de Castro, ha recordado los difíciles orígenes de este yacimiento que hoy en día cuenta con gran acepción de público.
De hecho, ha valorado, "sólo esta Semana Santa hemos recibido más de 3.500 visitantes", una muestra del interés que tiene la ciudadanía por la información científica bien divulgada.
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