¿BBKLive o FIB? La lucha de los festivales por la supremacía en España

  • La competencia entre los festivales que se disputaron la supremacía musical en España a lo largo de este fin de semana tiene dos nombres propios: Radiohead y Bob Dylan.

Los Stone Roses fascinaron en su primer concierto en 16 años
Los Stone Roses fascinaron en su primer concierto en 16 años
lainformacion.com / Agencias

Los primeros aterrizaron en el BBKLive de Bilbao en su único concierto en España tras cuatro años sin comparecer por aquí y algún tiempo después de haber cancelado su gira europea. Una cita, sin duda, muy esperada, en la que la banda británica no defraudó.

El segundo, con 71 años a sus espaldas y una vida entera en la carretera, llegó al FIB de Benicàssim dos días después de haber superado todas las previsiones en Bilbao. Allí le esperaba un público ansioso por verle y extrañado por su presencia. ¿Bob Dylan en un festival? Se preguntaban muchos.

Lo cierto es que, lejos de toda previsión, el huraño cantautor de Minnesota acabó incluso por animarse a demostrar su vitalidad con algún que otro paso de baile. Y, pese a que no llegó a interactuar con el público (algo propio de él), no dejó a nadie indiferente, pues entre la multitud de seguidores, aquellos que no se dieron cita en el FIB para ver a un señor con sombrero y traje de vaquero trasnochado, no pudieron por menos que disfrutar del recital que les regaló.

Quizá por ello, a pesar de las muchas calamidades que ha debido de afrontar el Festival Internacional de Benicàssim, viéndose obligados a reinventar su cartel in extremis, por la ausencia de Florence + the Machine debido a los problemas en las cuerdas vocales de la cantante Florence Welch, el festival ha consiguido salvar los muebles.

Por su parte, el BBKLive bilbaíno, con la estelar visita de los británicos Radiohead, parece consolidarse y, tal vez, tocar techo. Y es que, de cara a su octava edición, los organizadores podrían verse en la obligación de cambiar el monte de Kobetamendi por algún recinto para dar cabida a más asistentes.

Pero la fiesta continuaba en Bilbao

El grunge noventero de Garbage y el britpop de Keane han entusiasmado a las 32.860 personas que han acudido a la última jornada del BBK Live 2012. El festival bilbaíno ha superado un año más su récord de asistencia con una cifra total de 109.178 personas durante toda la edición.

La noche caía sobre Kobetamendi y llegó el turno de la banda inglesa Keane, quien, además de dar un amplio repaso de sus temas más míticos, ha presentado su último trabajo, "Strangeland", más elaborado y con un sonido más próximo a su primer álbum, "Hopes and fears".

Los primeros acordes de "You are young", de este último disco, continuados por los de "Bend and break", del primero, han dado el pistoletazo de salida a un recital brillante, repleto de éxitos como "Is it any wonder?" o "Leaving so soon?".

Los ingleses, compenetrados a la perfección, han llevado a cabo un concierto maduro y coherente en el que han demostrado que su fórmula sigue funcionando. El cuarteto reúne los ingredientes necesarios para brillar, buen gusto y técnica magistral.

Con el piano como instrumento principal y con una acústica impresionante, Tom Chaplin ha hecho alarde de sus facultades como vocalista en temas como "A bad dream", "The starting line" y las recientes "Disconnected", "Silenced by the night", "On the road" y "Day will come".

Miles de manos se han alzado al compás de los acordes de "Everybody's changing", "Somewhere only we know" y "This is the last time", precedida por un "here we go Bilbao", momentos álgidos por excelencia de un concierto más que correcto y que mejoró tema tras tema hasta terminar con el clásico "Crystal Ball".

Garbage, por su parte, ha vuelto con un sonido mucho más sólido y agresivo. El escenario principal del BBK Live se ha visto inmerso en la escena underground del rock alternativo y electrónico que definió la banda en la década de los 90.

Pasada ya la medianoche, el público esperaba impaciente la salida de una de las bandas icónicas del grunge. El grupo liderado por la sensual vocalista Shirley Manson ha hecho su aparición con el tema "Automatic systematic habit", de su último álbum, seguido de los clásicos "I think I'm paranoid" y " Shut your mouth".

Y aunque los años pasen, nadie puede negar que la banda conserva intactas todas sus cualidades y que sigue en plena forma. La batería atronadora, aunque un tanto distorsionada, de Butch Vig, productor del Nervermind de Nirvana, y las guitarras de Marker y Erikson han marcado continuos cambios de ritmos pegadizos y enérgicos que han entusiasmado al público.

El cuarteto ha llevado a cabo un impecable concierto en el que se han podido escuchar muchos de los grandes clásicos de la banda, como "Queer" y "Stupid girl", ambos de su disco homónimo, y varios de los nuevos temas de su quinto álbum, Not Your Kind Of People, lanzado este mismo año tras siete de ausencia.

"Control", "Blood for poppies", "Battle in me" y "Big bright world", de este último LP, han hecho retroceder en el tiempo a todos los presentes, mezclando un sonido electrónico con el post grunge que se semeja a su obra maestra Version 2.0 del 98.

Una combinación de todos los géneros característicos de la banda, desde un sonido más hard rock en temas como "Cherry Lips", más próximo a sus inicios, hasta algo más metalero, pero con magníficos estribillos pop, en "Why do you love me" y "Metal heart" de su cuarto LP, Bleed like me.

¿Conclusión? Un espectáculo bestial e intenso, con una puesta en escena simple pero cuidada, y repleto de geniales temas llenos de rabia, como "Special", "1 Crush" o "Push it", a pesar de un fallo de sonido. "Vow" y "Only happy when it rains", de su primer disco, han puesto el broche final en el bis.

En el FBI, The Stone Roses se ridimieron

El grupo británico The Stone Roses ha vuelto al Festival Internacional de Benicàssim con un concierto que se ha convertido en la resurrección de la banda, que se separó hace dieciséis años casualmente poco después de actuar en el FIB.

Al acabar el concierto, los componentes del grupo liderado por Ian Brown se han fundido en un emocionante abrazo que ha puesto el sello a uno de los regresos más esperados por el público, sobre todo por el británico.

Con un atuendo muy juvenil que contrasta con la edad de sus componentes, The Stone Roses no han dado ni un respiro al público, que no ha dejado de bailar y cantar las míticas canciones de una de las bandas más representativas del movimiento Madchester de la década de los ochenta.

Los primeros acordes que han sonado sobre el escenario Maravillas del FIB han sido los de "I wanna be adored" , que ha sumergido a los fibers en una especie de oración colectiva por estos dioses del rock alternativo.

Con "Fool Gold" han llegado a uno de los momentos álgidos de la actuación, que solo se ha visto superado por temas como "Waterfall" o "Love Spreads" en lo que parecía una sesión de karaoke multitudinaria.

Y al final, como para demostrar que han vuelto con la misma energía que en el siglo pasado y con unas canciones por las que no pasa el tiempo, la banda se ha despedido con "I am the resurrection" y con un gran aplauso, de ellos hacia el público, y del público hacia este mítico grupo al que llevaban años ansiando ver en directo.

A punto ha estado de robarles el protagonismo de la noche Noel Gallagher, que ha protagonizado el primer lleno absoluto del escenario Maravillas, aunque para ello haya tenido que recuperar las canciones de Oasis, la banda que lideraba junto a su hermano Liam.

Gallagher ha conseguido estar a la altura de sus anteriores visitas con un arma muy potente: el tema "Don't look back in anger", que ha puesto los pelos de punta a los fibers que llenaban el recinto.

Con esta canción ha puesto fin el músico británico al concierto que ha dado con su nueva banda, que se llama Noel Gallagher's High Flying Birds, con la que ha tocado también canciones de esta nueva etapa como "Everybody's on the run" o "If I had a gun".

Pero los momentos más potentes han llegado cuando Noel, acompañado de su guitarra, ha recordado los conciertos que ofreció con su hermano Liam, con quien mantiene una extraña relación, en este festival en el que ya se siente como en casa.

Gallagher ha dado al público lo que le pedía, con temas de Oasis como "It's good to be free" o "Wathever", pero también con canciones como "AKA What a life", que aunque son de su nueva banda ya han calado en el público.

La tercera noche del FIB ha dado para mucho más y unas horas antes de que el rock legendario de The Stone Roses llegara al Maravillas, pisaba el escenario la cantante británica Jessie J y demostraba que en este festival hay cabida para todos los estilos musicales.

Con una estética extravagante (y muy parecida a la de las fibers británicas más jóvenes", la cantante ha dado un gran espectáculo en el que, además de la música, ha tenido un gran protagonismo la puesta en escena y el baile.

El FIB continuará este domigno con la última jornada de la decimoctava edición del festival, que cerrará sus puertas con las actuaciones de New Order y David Ghetta.

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