Beatriz Sanchis, la española que compitió con Spike Jonze

  • La cineasta valenciana le disputó el Oso de Cristal al director de 'Dónde viven los monstruos' en la pasada Berlinale. Ahora intenta alzarse con el premio al Mejor Cortometraje en el próximo Festival de Málaga.
Beatriz Sanchis contó en 'Mi otra mitad' la experiencias del enamoramiento.
Beatriz Sanchis contó en 'Mi otra mitad' la experiencias del enamoramiento.
lainformacion.com
Julio Vallejo / Aviondepapel.tv

Esta licenciada en Comunicación Audiovisual es una de las grandes promesas cinematografías de nuestro país. Después de unos cortos primerizos, varias experiencias en el video-arte y un videoclip, Beatriz Sanchis empezó a pisar fuerte en el campo del séptimo arte con El espacio, una cinta de escasos minutos de duración que se llevó el Premio del Jurado del Festival YARISCINEXPLORA.

Su siguiente trabajo, La clase, un corto documental que nos mostraba el primer contacto con la interpretación de un grupo de chavales de 4º de primaria, consiguió una candidatura al Goya al mejor corto documental. Sólo dos años después de aquel gran logro en su carrera profesional, la joven nos sorprende con Mi otra mitad, una cinta que ha competido con el mismísimo Spike Jonze por el Oso de Cristal del Festival de Berlín.

La cinta nos cuenta la historia de Andrea y Adrián, dos chavales unidos desde el mismo momento de su nacimiento por una inusual deformación óptica que les hace ver el mundo de una manera incompleta y complementaria a la vez. Ambos comparten oculista, saben de la existencia del otro y han fantaseado con la idea de encontrar algún día a su "otra mitad".

Mientras prepara su desembarco en el Festival de Málaga, donde su último corto se presenta a competición, Beatriz Sanchis nos contesta a algunas preguntas sobre una trayectoria que sólo ha comenzado a despegar.

¿Cómo surge la idea de crear Mi otra mitad?

Surge de una necesidad de congelar el momento del enamoramiento. Es algo que yo estaba viviendo cuando lo escribí. Es algo maravilloso.

Es curioso, pero haces esta cinta después de un corto documental como La clase, donde hablabas de la primera experiencia teatral de un grupo de chavales de 4º de primaría. ¿A qué se debe este cambio?

Yo me guío por impulsos. Hago historias que creo que merecen ser contadas. Depende un poco de lo que me esté pasando a mí en cada momento. La clase surgió cuando, al hacer un casting en colegios, tuve la suerte de asistir al ensayo general de una obra que iban a hacer unos niños. De ahí surgió. Me apetecía cambiar, porque un documental es un proceso durísimo, largo y muy costoso, sobre todo en el apartado del montaje. Me apetecía contar una historia de ficción y fantasía. Puede parecer muy alejado de lo que era La clase, a primera vista, aunque, si te das cuenta, ambas tienen bastantes cosas en común.

¿Cómo ha sido la experiencia de llevar un corto tuyo al Festival de Berlín?

Mi experiencia en Berlín ha sido muy buena, aunque tenía muchos nervios cuando se estrenó. Era la primera vez que se veía el corto y no sabía cómo iba a reaccionar la gente. Todo el mundo reaccionó muy bien, pese a que la sesión era a las once de la mañana. Además, la casualidad quiso que la sala donde se proyectaba la película fuera la misma en la que había presentado La clase, aunque fuera durante la celebración de otro festival diferente.

¿Qué supuso para ti competir con alguien como Spike Jonze?

Fue toda una sorpresa. Spike Jonze es alguien al que he seguido de cerca. He visto sus películas y tengo todos los DVD con sus cortos y videoclips. Es un honor estar compitiendo con alguien al que siempre has admirado.

En los comienzos de tu carrera tuviste algunas experiencias audiovisuales que no estaban directamente relacionadas con el cine narrativo, como el video-arte o el videoclip. ¿Qué te atrae más: el cine más convencional o aquel que apuesta por la experimentación? ¿Cuál es tu concepción del cine?

Estoy formando mi concepción del cine. Todavía estoy probando. Al principio partía de obras menos narrativas, aunque ahora sí creo que tiendo a la narratividad. De hecho, estoy escribiendo un largo.

Ahora está muy de moda hacer cortos publicitarios, un campo que últimamente han visitado Gia Coppola o Spike Jonze. Tú ya probaste este tipo de experiencia con El espacio, un corto donde tenías que introducir determinada marca de coche dentro de lo que era una narración audiovisual. ¿Qué te parecen estas mezclas de publicidad y arte?

Creo que es un poco sintomático de la sociedad en la que vivimos. Nuestra sociedad está monopolizada por las marcas y los grandes monopolios. Creo que mientras que se apoye el arte y la cultura está bien. Pienso que es estupendo dar medios a los artistas para que se expresen. Antes era la Iglesia o el Estado, y ahora son las grandes marcas.

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