Benito Zambrano dirige su mirada a la posguerra en "La voz dormida"

  • Madrid.- Benito Zambrano rueda en Madrid "La voz dormida", inspirada en la obra homónima de Dulce Chacón que cuenta "una de las historias más terribles del franquismo", ha explicado hoy el director andaluz, que busca "hacer reír y llorar al mismo tiempo", según dice él mismo.

Benito Zambrano dirige su mirada a la posguerra en "La voz dormida"
Benito Zambrano dirige su mirada a la posguerra en "La voz dormida"

Madrid.- Benito Zambrano rueda en Madrid "La voz dormida", inspirada en la obra homónima de Dulce Chacón que cuenta "una de las historias más terribles del franquismo", ha explicado hoy el director andaluz, que busca "hacer reír y llorar al mismo tiempo", según dice él mismo.

La idea de adaptar la obra de Chacón surgió de "la recomendación de un amigo y del desconocimiento" sobre la posguerra, según ha admitido en un encuentro con los medios el director sevillano.

También explica que nunca se ha contado la historia "desde el punto de vista de las mujeres, cuyas voces sufrieron la represión antes y después del conflicto".

"La voz dormida" está ambientada entre "finales del año 40 y mediados del año 41", informa Zambrano, quien retrata un "momento histórico en el que el franquismo no tuvo ninguna piedad y quiso exterminar todo lo que significaba oposición".

La exaltación del triunfo por parte franquista y el apoyo de la Iglesia Católica a la dictadura quedan reflejados en este tercer largometraje de Zambrano.

Aquí cuenta la historia de Hortensia (Inma Cuesta) y Pepita (María León), dos víctimas que forman parte de la España que quedó "miserable, empobrecida y totalmente destruida", puntualiza el realizador.

En "La voz dormida" lo que prevalece es el amor: entre dos hermanas, entre compañeras de prisión y entre personas con una misma ideología.

"La película tiene un componente crudo y duro, pero también tierno, poético y positivo", comenta Zambrano, quien resalta "la dignidad" de las personas que despertaron en una dictadura "que no les permitía hablar".

Evidentemente los buenos y los malos momentos se alternan en la última obra de un director que en "Habana Blues" y "Solas" ya demostró su capacidad para hacer reír y llorar al mismo tiempo.

"No cuento historias para hacer llorar, sino que me gusta hablar sobre la vida, con la mayor verdad y autenticidad posible", subraya el cineasta lebrijano, a quien le gustaría rodar más: "El problema es encontrar una buena historia, un buen guión, algo en lo que crea", sentencia Zambrano.

El pasado viernes se cumplió el ecuador del rodaje, que actualmente tiene lugar en el cuartel de Campamento en Madrid.

"Hemos tenido que venir a un sitio abandonado para montar un decorado que funcionara", indica el director, quien asume las dificultades de rodar una película de época sin un gran presupuesto.

"La satisfacción cuando salen las cosas bien es doble", añade un cineasta que descarta que su dedicación sea solo profesional: "Esto es una vocación, no solo una profesión, hay que amar este arte para poder aguantar".

Tras grabar en Madrid, el equipo de "La voz dormida" se desplazara hasta Huelva, donde rodarán en el interior de una cárcel abandonada.

"El equipo de arte está haciendo un trabajo fabuloso y han hecho unos decorados estupendos", asegura Zambrano, quien viajará el viernes hasta la capital andaluza.

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