¿Cambio de tendencia en el paro? El buen trimestre no impide que aún se destruya empleo

  • El paro ha encadenado su tercer mes consecutivo de bajada y constata que el paso de la primavera al verano es la mejor época para la creación de trabajo en España. Sin embargo, el buen trimestre aún no compensa la caída del empleo que continúa sufriendo España.
El paro encadena su tercer descenso en junio
El paro encadena su tercer descenso en junio
Álex Medina R.

El agua moja, el cielo es azul y el paro baja en primavera. El mercado laboral de España es así de previsible y sólo en 2008, el año en que lo más crudo de la crisis se reflejó en las estadísticas, se incumplió la norma. Pero esa fue la excepción de todas las reglas, porque es arrancar la primavera y el desempleo respira durante unos meses.

Este año el suspiro ha sido de los grandes. Histórico, dice el Gobierno, sobre unos resultados que arrojan un total de 4.121.801 personas apuntadas a las listas del viejo Inem, tras descender en 67.858 en relación a mayo y un 1,62% en tasa. Puede tratarse hasta de un cambio de tendencia, se aventuran desde el PSOE.

Lo malo es que se quede en eso, en un simple suspiro, porque la imagen pierde nitidez (y el cambio de tendencia se aleja) según se amplía el foco: ni en la comparación con el mes de junio de 2010 ni en lo que va de año las cifras son tan positivas. Respectivamente, el desempleo ha crecido un 3,5% y un 0,52%.

Ni siquiera el mejor trimestre abril-junio de la historia (en palabras del Gobierno amplificadas por el PSOE) ha permitido que el paro baje en lo que va de 2011. Estamos cerca del punto de inflexión, como constata ese 0,52% de alza, pero también es cierto que a finales de verano las cifras volverán a engordar.

Una vez más, lo predicen los números basados en las series históricas: España crea empleo en primavera y verano, lo destruye el resto del año.

Sin embargo, todavía estamos en junio, al que se ha llegado con 211.868 parados menos que a 31 de marzo, un 4,8% menos. Es verdad que se trata del número más alto de la serie histórica (que se remonta sólo a 1996, todo sea dicho), pero no es la caída más importante si hablamos en porcentaje.

De hecho, en 2006 casi se duplicó el recorte, que fue de un 8,78% con una resta de casi 189.000 personas. La diferencia estriba en que hace cinco años la bajada se produjo en un entorno con dos millones de parados y ayer las cuentas había que hacerlas a partir de 4,2 millones.

En cualquier caso, el trimestre primaveral suele conllevar descensos del paro del 4% a lo largo de los 15 años de los que hay datos comparables. Sólo en el nefasto 2008 hubo un aumento en el trimestre y en 2009 el descenso fue sólo de un 1,11%. Incluso el año pasado, con un 4,42%, el resultado fue similar al de este año.

Lo que lleva a una primera conclusión de que la alegría actual no evitará la tristeza posterior. En todo caso, podría ser más llevadera de haber sido mejor la suma de los seis primeros meses del año. Porque lo que no se adelgaza entre enero y julio difícilmente se conseguirá a partir de agosto. Y entre el 1 de enero y el 30 de junio de este 2011 hubo más paro: 21.728 personas para ser exactos.

La última vez que se produjo una rebaja del desempleo en la primera mitad del año fue en 2007, cuando la bonanza económica expiraba. Aun así, el descenso del 2,81% ya vaticinaba el cansancio del mercado laboral, que se derrumbaría por completo en 2008.

Antes de esta crisis, y siempre desde 1996, las caídas del paro en el primer semestre han rondado el 5% en casi todos los ejercicios. Traducido en cifras absolutas, entre 100.000 y 200.000 afectados menos cada año.

Durante lo peor de la recesión, la tendencia se dio la vuelta, alcanzando el terrorífico aumento de 435.926 nuevos parados que se sufrió en 2009 (otros 260.000 el año anterior). Ya en 2010, el volumen se moderó hasta los 58.765 nuevos desempleados, algo menos del triple de los 22.000 del ejercicio en curso.

¿Suficiente para aventurar una pronta creación de empleo? El Gobierno confía en ello para antes de terminar el año mientras que la mayoría de organismos internacionales lo postergan a 2012. Julio podría tener la respuesta y alumbrar una reducción al menos en el acumulado del año. Como quiera que la tasa interanual sigue por encima del 3% parece complicado que el Ejecutivo se lleve la razón al terminar el año, una vez que el otoño traiga de nuevo su tradicional incremento de parados.

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