Camilleri: La perspectiva de la jubilación aterra a Montalbano

  • Jose Oliva.

Jose Oliva.

Barcelona, 6 feb.- El veterano escritor italiano Andrea Camilleri, que hoy recibe en Barcelona el prestigioso premio Pepe Carvalho, ha explicado que no ve cercano el final de Montalbano, porque a su personaje le aterra la perspectiva de la jubilación.

En una multitudinaria conferencia de prensa previa a la recepción del premio, que se concede en el marco de la Semana de la Novela Negra BCNegra, Camilleri ha señalado que "Montalbano nació en 1950, como se dice en alguna novela, es decir ya tiene una edad, pero en realidad se siente más viejo de lo que es en realidad".

El cansancio que acusa el personaje en las últimas novelas es, para su creador, una consecuencia lógica: "Toda su vida ha estado rodeado de imbéciles, y los asesinos en un 90 % son tontos. Cuando vives rodeado de tontos, la vida no resulta agradable".

Ha añadido que, además, la perspectiva de la jubilación no es muy halagüeña para su protagonista: "Se ve a sí mismo paseando el perro de Livia, su mujer".

A Camilleri le viene a la memoria cómo acabó el abuelo de su abuelo, un marino que se pasaba el año en el mar y sólo quince días en Sicilia junto a su mujer, pero, "cuando se jubiló, se pasaba las horas delante de la ventana mirando el mar, y su mujer, cuando había tormenta, se ocultaba bajo una manta, algo que acabó haciendo también él, y esa es la jubilación que no quiere Montalbano".

Con un andar lento y cansino, cuando está sentado Camilleri aparenta menos edad de lo que sus 88 años dictan, y su voz no ha perdido ni un ápice de energía.

Emocionado, ha recordado que habitualmente no se desplaza de su Sicilia natal, ni siquiera por Italia, pero accedió a viajar a Barcelona por el "eterno agradecimiento" que tiene hacia Manuel Vázquez Montalbán, una gratitud que hoy ha hecho extensiva al alcalde de la ciudad, a la viuda y al hijo del escritor barcelonés.

"Pepe Carvalho no representó nada para mí, es solo un personaje", ha anotado con humor, pero "Manual Vázquez Montalbán es un gran escritor que ha representado muchísimo para mí".

Los recuerdos se atropellan cuando evoca que, al escribir su primera novela histórica, "La ópera de Vigatá", leyó "Asesinato en el comité central" y no sabía todavía que se dedicaría a la novela negra, pero pensó que, si alguna vez lo hacía, escribiría así.

Al cabo de un tiempo leyó "El pianista", y su audacia narrativa le permitió desencallar su primera novela policíaca, a cuyo protagonista llamó Montalbano en reconocimiento a Vázquez Montalbán y aprovechando que es un apellido corriente en Sicilia.

"El personaje de Vázquez Montalbán tiene muchos puntos comunes con mi Montalbano", reconoce Camilleri, quien advierte que, "si vivieran en la misma casa, no estarían muy cerca" y añade irónico: "Quiero denunciar las recetas de Pepe Carvalho ante el Tribunal de La Haya por genocidio".

A cómo lo hace para escribir tanto, Camilleri vuelve a recurrir a aquellas largas conversaciones con Montalbán, y para el autor siciliano "detrás de la escritura no está el artista que busca la inspiración, sino el resultado de un ejercicio constante y diario, como el que hacen el pianista o la bailarina, que cada día se ejercitan, y que permite que la escritura sea más fluida".

Vázquez Montalbán, comenta Camilleri, decía que escribías "bajo la dictadura de ti mismo"; luego venía la fase de corrección; y, como el queso o el vino, tenía que madurar y envejecer antes de una nueva fase de corrección, hasta obtener al final la novela.

Sobre el recurso a la ironía, Camilleri piensa que "sólo se puede ser siciliano, se puede resistir, con la ironía; y la ironía me sirve para estar en esta vida sórdida, de mafiosos".

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