Charlie Sheen, el 'hijo de' que se convirtió en 'spam'

Dar con el momento justo en el que Charlie Sheen entró en caída libre resulta casi una misión imposible. ¿Su reciente despido? ¿Su enésimo problema con las drogas? ¿O fue en la adolescencia? En las últimas semanas, su nombre es uno de los que circulan con mayor rapidez por la red. Cualquier cosa que hace o dice es reproducida en medios de comunicación y blogs de cualquier parte del mundo. Sus acciones generan visitas en una especie de fiebre por el personaje. El protagonista de 'Dos hombres y medio' es el tema del momento. Todo lo que tenga que ver con él, interesa. Aunque sus barrabasadas no son de ahora. Vienen de lejos.

La pregunta es ¿cuál ha sido el desencadenante de la disparada popularidad que vive en estos momentos? Podría decirse que el enfrentamiento con el productor de 'Dos hombres y medio' Chuck Lorre, que, además, le ha costado el puesto de trabajo. En paro y con la que está cayendo, lejos de recapacitar sobre sus actos, ha caído en una espiral de despropósitos que no parece tener fin. No se corta ni en sus declaraciones ni en sus actos. La prudencia no va con él. Adicto a la fama, no duda en prestarse para cualquier cosa y conceder entrevistas para dar a conocer un poco más su compleja forma de ser. Todo por permanecer en la brecha. Hace unos días pudo vérsele en la cadena ABC hablado sobre sus adicciones y desmintiendo que lo suyo sea un caso de bipolaridad. La entrevista no tiene desperdicio.

Lo más reciente –hasta la próxima– ha sido demandar a Warner por el despido. Pide una indemnización de 100 millones de dólares. A la espera de que sus cuitas laborales se solucionen, el protagonista de 'Dos hombres y medio' no se ha quedado de brazos cruzados y ha montado su propio programa de televisión. Improvisando, con sombrero, gafas, cigarrillo en la boca… y en un plató que parece cualquier habitación de su casa, Sheen cuenta con el entusiasmado apoyo de un grupo de amigos que lo acompañan en esta aventura online. Para retransmitirlo se ha abierto un canal en Youtube. Empezó hace sólo una semana y ya cuenta por miles las visitas.

Charlie Sheen ha pasado de ser una estrella de la televisión, a ser una celebridad en la red. Según un estudio publicado recientemente, "está en todas partes. La creciente omnipresencia de las redes sociales lo único que hacen es acentuar este eco mundial", dijo Paul JJ Payack, presidente y analista jefe del Global Language Monitor, empresa responsable de dicho informe. A lo que se refiere Payack es a la presencia de Sheen en medios de comunicación y blogs, pero también a su perfil en redes sociales ya que el actor se ha abierto uno en las dos más populares del momento.

En Facebook cuenta con más de medio millón de fans, pero donde está disparado es en Twitter (@charliesheen). En solo 24 horas consiguió superar el millón de seguidores y suma más de 2,5 millones de personas que siguen sus tweets. De momento, no tiene muchos, está a la espera de contratar a alguien que se encargue de actualizarle los perfiles. Para ello ha colgado un anuncio en busca de candidatos. Quiere a un ganador, con "sangre de tigre" dispuesto a entrar a formar parte de su equipo. Le han llovido los candidatos.

Y mientras la popularidad de Charlie Sheen se dispara por el ciberespacio, otros aprovechan para aprovechar su tirón en el medio. Así, su nombre se ha convertido en todo un reclamo para los 'spammers', que han encontrado en él un filón. Según ha revelado SPAMfighter, los investigadores han detectado una avalancha de 'spam' con asuntos como "Charlie Sheen en rehab!", "Charlie Sheen caught with Angelina Jolie", "charlie sheen interview"…. Así que cuidado con el correo.

Sus escándalos no son flor de un día

Charlie Sheen nunca fue el niño bueno de la familia Estévez y en nada se parece a su hermano Emilio. Hijo de Martin Sheen, Carlos Irwin Estévez –que así es como se llama realmente- lleva dando quebraderos de cabeza a su familia desde que alcanza la memoria. Sus problemas con las drogas y el alcohol han sido recurrentes en su vida desde hace años. Todo empezó cuando sólo era una adolescente y fue expulsado del instituto por sus bajas notas y su mal comportamiento. El matrimonio en 2002 con la actriz Denise Richards pareció situarle en el buen camino, pero sólo fue un espejismo. Una supuesta infidelidad de él acabó con la estabilidad personal que tanto le había costado conquistar. Se separaron en 2005 cuando ella estaba embarazada de su segunda hija.

A sus 45 años, Charlie Sheen le debe su popularidad a dos cosas. La primera, a ser el hijo de Martin Sheen. La segunda, a sus continuos escándalos, que se han acentuado en los últimos meses hasta límites insospechados. Si el matrimonio con Denise Richards parecía una segunda oportunidad para el actor en lo personal, su entrada en la serie 'Spin City' sustituyendo al enfermo Michael J. Fox fue un espaldarazo a su malograda carrera. Actor caído en desgracia y con títulos poco destacables más allá de 'Wall Street', 'Platoon' o la simpática 'Hot Shorts!', Sheen ha visto siempre como sus posibles dotes interpretativas se veían eclipsadas por su incapacidad para controlar sus ganas de fiesta y mujeres.

Oliver Stone fue una especie de mecenas para él. Le eligió para 'Platoon' y 'Wall Street', disparando su caché como actor y haciéndole un hueco en el difícil mundo de Hollywood. Sin embargo, su relación se torció cuando Sheen se enteró de que el director estaba estudiando fichar a Tom Cruise para 'Nacido el 4 de julio'. El ofendido montó en cólera y ahí se acabó su relación con el prestigioso cineasta. Eran los ochenta. En 1990 protagonizó 'El principiante' junto a Clint Eastwood, un lujo. Su carrera no iba mal de todo. Era taquillero, carismático y no le faltaban proyectos. Los noventa fueron los años de las comedias. Todo acabó viniéndose abajo por los continuos problemas con las drogas, el alcohol y un caso judicial con una madame de por medio en el que se vio involucrado. Al final no le quedó más remedio que entrar en una clínica e intentar superar sus adicciones. Salió nueve meses después, limpio y con una carrera hundida.

Entonces llegó la televisión. La caja tonta le abrió las puertas de par en par. Su oportunidad de oro llegó tras suceder en el reparto de 'Spin City: Loca alcaldía' a Michael J. Fox. Después cayó en sus manos 'Dos hombre y medio'. Le dieron algún premio, volvió a estar en la picota y se convirtió en el actor mejor pagado de la televisión con más de un millón de dólares por episodio. Por 'Spin City' ganó un Globo de Oro en 2002 y por su papel en 'Dos hombres y medio' ha sido nominado cuatro años seguidos, entre 2006 y 2009, a los Emmy. Pero hay estrellas que mueren de éxito, que no saben asimilarlo y siempre tropiezan con la misma piedra. En el caso de Charlie Sheen, las drogas y el alcohol. Tuvo que volver a entrar en rehabilitación parando el rodaje de la exitosa serie que le devolvió a la picota, de la que acaba de caerse con un ruido espectacular.