Cinco décadas de la carrera de Richter en una gran retrospectiva de la "Tate"

  • Una retrospectiva que dedica la Tate Modern de Londres a Gerhard Richter (Dresde 1932) explora las distintas facetas de este pintor alemán durante una carrera de cinco décadas, marcada por contradicciones y variedad de recursos.

Viviana García

Londres, 4 oct.- Una retrospectiva que dedica la Tate Modern de Londres a Gerhard Richter (Dresde 1932) explora las distintas facetas de este pintor alemán durante una carrera de cinco décadas, marcada por contradicciones y variedad de recursos.

Cada sala de esta exposición, titulada "Richter: Panorama" y que se podrá ver del 6 de octubre al 8 de enero, está dedicada a un momento determinado de la vida artística de Richter, en la que ha pintado desde animales hasta objetos cotidianos, familiares, deportistas, políticos, edificios, granjas o edificios.

Su obra se ve inspirada por "tantas cosas. El presente. Todo", confesó hoy en la presentación de la muestra el artista casi octogenario, uno de los más cotizados en la actualidad.

Aunque la exhibición está centrada en la pintura, también hay fotografías sobre las que el artista alemán se inspiró para sus trabajos, como instantáneas de su familia, entre ellas una de su tío con uniforme nazi durante la II Guerra Mundial.

En la muestra hay también algunas de sus obras más famosas, como "Ema", una pintura que hizo de su mujer desnuda bajando unas escaleras en 1966, y "Townscape Paris" de 1968, inspirada en fotografías aéreas de la capital francesa.

Tampoco faltan trabajos centrados en el paisaje, un tema sobre el que mostró interés a finales de los años 60 y que realizó en base a fotos tomadas desde el aire de ciudades que habían quedado destruidas durante los bombardeos de la II Guerra Mundial.

Richter, que nunca quiso ocultar esta destrucción mientras su país trataba por entonces de dejar atrás el horror de la guerra, siempre dijo que estas pinturas le recordaban a su ciudad natal, Dresde.

Además, hay obras de fuerte impacto político, como las dedicadas al "Baader Meinhof" (Facción del Ejército Rojo), un grupo radical muy activo en la Alemania occidental a finales de los pasados años 60 y que surgió porque la organización creía que había simpatizantes nazis en los cargos del poder.

Así, a finales de los años 80, Richter creó una pieza formada por 15 partes y denominado "18 de octubre de 1977", una secuencia de pinturas en blanco y negro sobre los miembros del grupo, entre ellos Andreas Baader, Gudrun Ensslin y Jan-Carl Raspe.

La Tate Modern, que dedica esta exposición con motivo de los ochenta cumpleaños de Richter el año próximo, muestra varias pinturas abstractas del artista de principios de los años 80, década en que empieza a dejar los colores grises para sumergirse en el mundo del color en obras de tamaño monumental.

Aunque su pintura parece fría y distante, Richter no es ajeno a los momentos históricos que le toca vivir, como es el caso de las pinturas que hizo en el año 2005 sobre los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 contra Estados Unidos.

En una de las obras, titulada "Septiembre", Richter pintó un óleo sobre el momento en que el segundo avión se estrella contra la segunda torre del World Trade Centre de Nueva York.

Pese a que las fotos publicadas por entonces muestran la fuerza del atentado, Richter se negó a pintar la bola de fuego que provocó el impacto de la aeronave.

El artista alemán entregó "Septiembre" como regalo personal al Museo de Arte Moderno de Nueva York y es la primera vez que esta obra se exhibe en el Reino Unido.

Richter, que pasó a la República Federal antes de la construcción del muro de Berlín en busca de mayor libertad para su arte, es actualmente uno de los artistas más cotizados de mundo del arte.

"Esto es tan absurdo como la crisis bancaria. Es imposible de entender", aseguraba hoy Richter en la Tate Modern.

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