"Conocerás al hombre de tus sueños" o la rutina del genio

  • Redacción Internacional.- La sensación de rutina se apodera del cine de Woody Allen en "Conocerás al hombre de tus sueños", donde los lugares comunes de su filmografía se reúnen con especial falta de sinergia a pesar de las interpretaciones de Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin y, sobre todo, Gemma Jones.

"Conocerás al hombre de tus sueños" o la rutina del genio
"Conocerás al hombre de tus sueños" o la rutina del genio

Redacción Internacional.- La sensación de rutina se apodera del cine de Woody Allen en "Conocerás al hombre de tus sueños", donde los lugares comunes de su filmografía se reúnen con especial falta de sinergia a pesar de las interpretaciones de Naomi Watts, Antonio Banderas, Josh Brolin y, sobre todo, Gemma Jones.

"Conocerás al hombre de tus sueños" es como esas parejas que se rompen por puro desgaste. Nadie ha hecho nada malo, no ha habido grandes cambios, pero algo hace que lo que antes seducía pase ahora desapercibido, que lo extraordinario haya pasado a la cotidianeidad más tediosa.

No se puede decir que Woody Allen no es Woody Allen en su ya penúltima película. Cada fotograma es reconocible, cada diálogo lleva indudablemente su rúbrica. Pero, si en otro películas, como "El sueño de Casandra", fallaba por un giro arriesgado, en esta ocasión yerra en su propio terreno y se convierte en una vulgar copia de sí mismo.

"Conocerás al hombre de tus sueños", aparentemente, podría funcionar tan bien como esas obras menores pero estupendas que eran "Melinda y Melinda" o "Si la cosa funciona". Tiene humor y tiene drama, tiene sexo, por supuesto, tiene conflictos de pareja y tiene Shakespeare.

Anthony Hopkins, Naomi Watts, Antonio Banderas, Freida Pinto, Josh Brolin, Lucy Punch y Gemma Jones cumplen con sus personajes. Sobre el papel, tiene frases ingeniosas. Pero en pantalla, ese fluir natural, ese tratar temas trascendentes con inteligente liviandad, se coagula y se espesa hasta el aburrimiento.

Allen, que suele conseguir el difícil equilibrio entre contar siempre lo mismo pero siempre de manera refrescante, esta vez se estanca en lo recurrente y en lo gastado.

Mientras en "Si la cosa funciona" la historia entre un viejo cascarrabias y una jovencita cabeza hueca era chispeante, en este nuevo filme huele a rancio. Cuando en "La maldición del escorpión de Jade" el factor esotérico era un espléndido "mcguffin" para el humor, ahora lo usa como caricatura demasiado gruesa.

Londres, que en "Match Point" lucía como escenario hipersofisticado para su crujiente retrato de la victoria de lo azaroso sobre lo moral, ahora luce frío y poco elegante.

Pero, sobre todo, el gran problema es que su eterna radiografía de los tormentos gratuitos de la burguesía, que solía ser incisiva, irónica y brillante, parece ahora el discurso quejumbroso de señor amargado con su retahíla de siempre.

¿Qué ha pasado con Woody Allen esta vez? Lo más lógico parece ser asumir que todo el mundo se equivoca y que hasta los genios tienen vacíos creativos, más aún si se tiene en cuenta además que va a película por año.

Sin embargo, al margen de la condescendencia hacia el maestro que escribió de su puño y letra capítulos inolvidables de la Historia del cine, es de ley catalogar "Conocerás al hombre de tus sueños" en el terreno de lo olvidable.

Mateo Sancho Cardiel

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