Cortegana, donde el mundo recupera la felicidad

  • La felicidad del mundo está en juego, y como ocurriera en la época medieval, la situación actual que vive la sociedad hace necesario recurrir a la magia, la de los druidas, que han celebrado un concilio en Cortegana (Huelva) en el que han conjurado a los dioses para recuperar la 'pócima de la felicidad'.

Laura Ramírez

Cortegana (Huelva), 10 ago.- La felicidad del mundo está en juego, y como ocurriera en la época medieval, la situación actual que vive la sociedad hace necesario recurrir a la magia, la de los druidas, que han celebrado un concilio en Cortegana (Huelva) en el que han conjurado a los dioses para recuperar la 'pócima de la felicidad'.

Las Jornadas Medievales de esta localidad serrana han servido de escenario para este encuentro de magos medievales que tenían como objetivo apremiante "sacar al mundo de las tinieblas".

Desde el pasado jueves, día de la inauguración de la cita, la magia y las costumbres medievales se han apoderado del entorno del Castillo de Sancho IV, donde mercaderes, trovadores, juglares y músicos se han dado cita para agasajar y entretener a los visitantes que año tras año recibe el municipio atraídos por la espectacularidad de un evento que comienza a ser referente incluso en el panorama nacional.

Y ello se debe a la búsqueda de la singularidad, de la novedad, de lo llamativo; es por ello, que este año Cortegana se ha convertido en epicentro del mundo druida; en el lugar en el que magos de todas partes han confluido para llamar a las fuerzas de la naturaleza y llevar a cabo el conjuro 'La pócima de la felicidad'.

El punto álgido de este encuentro mágico tuvo lugar anoche, cuando el más poderoso de los druidas, ayudado de sus compañeros, despertó a las fuerzas de la naturaleza, mediante un hechizo que permitió a los presentes disfrutar de una danza vertical en el castillo y de las danzas de criaturas y seres míticos.

Posteriormente se llevó a cabo el sortilegio y el conjuro druida en el que se invocó a los dioses y se recuperó para el hombre la pócima de la felicidad, o lo que es lo mismo, la gran queimada, preparada con un rito ancestral, que hizo las veces de brebaje mágico que transformó el corazón de todo aquel que lo probó devolviéndole la felicidad a su vida.

Será esta noche, durante la clausura de las jornadas cuando se lleve a cabo la consumación de la pócima y, por tanto, el triunfo de la felicidad por encima del mal y la infelicidad.

Han sido algo más de tres días en los que el espíritu del medievo, su magia y esoterismo, encarnado en la figura del druida, ha sido el eje central de unas Jornadas Medievales que este año han celebrado sus 19 años con una masiva afluencia de personas; se cuentan por miles las que se desplazan hasta la localidad serrana para disfrutar de esta cita, sin incidentes destacables.

Junto a ello el recinto del castillo y la zona céntrica de la localidad ha acogido actividades ya tradicionales, como la Ladera de Mercaderes, el Burgo de artesanos, la Guardería Medieval, Los Zancudos, Los Gaiteros, o novedosas como la Granja de Animales, que ha sido todo un reclamo para el público familiar, sobre todo para los más pequeños que han podido vivir la experiencia de montar en dromedario o camello, o pasear en asno entre mercaderes, artesanos y juglares.

Aún resta toda la jornada de hoy para seguir disfrutando de una gran fiesta que el pueblo de Cortegana hace suya -casi todos los vecinos se atavian con ropa medieval y participan- y que este año, más que nunca, ha tenido a la felicidad, tan añorada por muchos en estos tiempos, como gran protagonista. EFE

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