"Cuando nos juntamos somos como don Quijote y Sancho Panza"

Javier Cámara y Gonzalo de Castro son pura química. No es ninguna novedad: ya lo demostraron hace ya más de una década (¡ya una década!) en la serie Siete vidas y lo vuelven a explotar ahora con la comedia ¿Para qué sirve un oso? que inauguró ayer el Festival de Cine de Málaga.

Dirigida por un guionista de aquella misma serie, Tom Fernández, Cámara y De Castro dan vida a dos hermanos alejados por visiones opuestas sobre una única realidad: la defensa de la naturaleza. Una excusa como otro cualquiera para reunir de nuevo sus talentos y levantar la carcajada del público.

"Javier y yo nos conocimos en la escuela de interpretación", cuenta Gonzalo de Castro, "pero era sólo un conocimiento cortés, sabíamos quiénes éramos pero poco más". Quién les iba a decir que más de diez años después la televisión haría que sus caminos se cruzaran. El cruce, en realidad, fue triple porque en la sala de guionistas de Siete vidas se sentaba también un chaval asturiano con sueños de hacer cine.

Gonzalo de Castro no oculta su admiración por Tom Fernández: "Podía haber seguido aquel camino, ser un guionista de éxito en televisión y comprarse un piso en la Castellana. Pero no: prefirió volver a su tierra [Asturias, donde transcurre la película] a batirse el cobre". "Siempre estaba hablando de 'Cuando yo haga mis películas…", continúa recuperando el tono de descreimiento que sentía entonces. "Y aquí está".

Y donde está es con una película que tiene detrás a dos de los grandes productores españoles (Jaume Roures y Enrique González Macho) e inaugurando el Festival de Málaga. "Me hace especial ilusión: estuve aquí en la primera edición porque mi compañera de piso trabajaba en la organización. Quién me iba a decir a mí que 14 años después vendría con una película a inaugurarlo", rememora el realizador.

"En la serie que estoy rodando ahora, Los Quien", dice Javier Cámara, "hay 20 guionistas. Es una escuela increíble. Lo mismo pasa con los directores: de todos los que están haciendo La República, Amar en tiempos revueltos, El internado, etcétera, etcétera saldrán 20 o 30 directores de los cuales habrá cinco o seis que hagan cosas maravillosas".

La televisión, en efecto, está siendo uno de los grandes revulsivos para el cine español en la actualidad. "Pasó con los actores de Al salir de clase,y con Siete vidas ha ocurrido más bien con los guionistas", señala Cámara Pero no todo son ventajas en ese trasvase de un medio a otro: "Tiene sus zonas oscuras, como todo", reconoce.

"En televisión se trabaja con presupuestos más ajustados, con tiempos más cortos… Es cierto que se corre el peligro de que el cine se empobrezca en ese sentido", apunta Gonzalo de Castro. "Pero cuando faltan medios se dispara la imaginación", añade con optimismo su compañero.

"Al final, lo más importante es tener un buen guión. Todo lo demás se puede suplir, pero si no hay un buen guión del que partir, poco se puede hacer". De Castro reconoce que el texto de ¿Para qué sirve un oso? está escrito para ellos y que Fernández, que también les dirigió en su ópera prima, La torre de Suso, ha elaborado un guión que explota al máximo sus recursos cómicos.

"Es que Gonzalo es un fiera. Empieza a hacer chistes y gracias y me arrastra. Es un torbellino y un talento lleno de ideas", dice Javier Cámara con admiración sobre su compañero y amigo. "Cuando nos juntamos somos como don Quijote y Sancho Panza. A dónde va él, voy yo detrás".