Cuatro promesas del cine español desembarcan en Sundance

  •  En ocasiones, las casualidades o los giros inesperados dan como resultado un español en el festival 'indie' de Utah
Julio Vallejo | Aviodepapel.tv

Las montañas de Utah se convierten todos los años durante diez días en el centro del cine independiente mundial. En ese periodo de tiempo, el Festival de Sundance, el certamen que el actor y director Robert Redford creó para impulsar las películas menos comerciales, exhibe algunas de las propuestas más interesantes de la temporada.

Este año, dentro de la gran cantidad de filmes que se proyectan entre el 21 y el 31 de enero, hay un lugar para el cine español. Dos largometrajes, Buried (Enterrado) y Yo, también, y dos cortometrajes, Cómo conocí a tu padre y Mi amigo invisible, ponen la pica hispana en el festival estadounidense indie por excelencia.

Claustrofobia

El filme de Rodrigo CortésBuried (Enterrado), al que muchos recordarán por su excelente Concursante, participa dentro de Midnight at Park City, una sección dedicada al fantástico y el terror. El largometraje es una claustrofóbica cinta, donde un padre de familia y contratista civil en Irak se despierta enterrado vivo en un viejo ataúd de madera y con un teléfono móvil casi agotado como único medio para tratar de escapar de su agónica pesadilla.

La película está protagonizada por Ryan Reynolds, la estrella canadiense a la que hemos visto en La proposición o X-Men orígenes: Lobezno. El propio Cortés, que se ha dado toda la prisa posible para presentar el largometraje en el certamen, define su nuevo trabajo “como una auténtica experiencia física y sensorial. Una aventura. La gente se verá proyectada al cuerpo enterrado de Ryan Reynolds y sufrirá con él, buscará una salida, sentirá miedo, alegría, furia, esperanza, pánico... Y, con suerte, perderá un par de kilos de peso”.

Ellos también

Poco se puede decir que no se haya comentado de una cinta que ha obtenido cuatro candidaturas a los premios Goya y que ganó dos Conchas de Plata a las mejores interpretaciones en el Festival de San Sebastián para sus dos protagonistas, Lola Dueñas y Pablo Pineda.

Para aquellos que todavía no sepan el argumento, les recordaremos que Yo, también nos cuenta la peculiar relación entre un treintañero con síndrome de Down y una asistente social. La participación del largometraje de Álvaro Pastor y Antonio Naharro en Sundance es uno de los primeros pasos de la cinta hacia la conquista del mercado internacional.

Los dos directores nos cuentan cómo surgió la oportunidad de participar en el certamen dentro de la sección World Cinema Dramatic: “Nuestra distribuidora internacional, The Match Factory, dentro de su estrategia de promoción de Yo, también, pensó que Sundance era un festival en el que podría encajar muy bien y, efectivamente, así fue. Les gustó y ahí estamos. Sundance es el festival de cine independiente más importante del mundo, así que para nosotros, que hacemos cine independiente en España, estar ahí es un sueño cumplido”.

Lo conocerán por los pelos

"Cómo conocí a tu padre es una comedia bastante realista que cuenta el rollo de una noche de una pareja. Pero ya se sabe: los nervios y el alcohol te pueden jugar una mala pasada, sobre todo si eres chico... Y hasta ahí puedo leer”. De esta divertida forma describe el director Álex Montoya uno de las cintas que más ha dado que hablar en el circuito de cortometrajes de nuestro país durante los últimos meses.

Por cierto, la cinta casi no compite en Sundance. Tanto a la distribuidora del filme como al propio cineasta se les estuvo a punto de pasar la fecha límite de recepción de trabajos que el certamen había fijado. Por suerte, llegaron justo a tiempo.

Amigos imaginarios

En palabras de Pablo Larcuen, su director, el corto Mi amigo invisible narra la relación entre un chaval y su amigo imaginario, que tiene “un look bastante americano y un poco retro: con música ochentera y miles de referencias cinematográficas (E.T., Star Wars, Los Tenenbaums. Una Familia de Genios, Todd Solondz,…).

Lo curioso del caso es cómo ha terminado en la competición de Sundance. Así lo explica el propio cineasta: “El corto es un ejercicio de clase de tercer curso y no tenía más finalidad que ésa, ser un ejercicio de clase. Quedó bien y ganamos un premio que da la escuela (ESCAC) al mejor corto del año. Después se abandonó en una estantería y, unos meses después, le enseñé el corto a Alberto Tognazzi, responsable del Movil Film Fest. Le gustó tanto que decidió que debía ir a Sundance. De milagro, ese día yo había quedado con Christian Rodrigo, jefe de la productora Full Emotions, al que había conocido pocos días antes. Se lo enseñé, le gustó mucho y entre los tres hicimos los trámites necesarios para enviarlo al festival”.

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