Diego Vasallo no reniega del pasado pero no le gusta "prácticamente nada" de lo que hizo

  • San Sebastián.- Diego Vasallo, ex componente de Duncan Dhu, se ha despojado de lo accesorio para grabar "Canciones en ruinas", un disco acústico melancólico y desnudo en el que marca distancias con el pop de sus inicios, el de una etapa de la que no reniega, pero de la que no le gusta "prácticamente nada".

Diego Vasallo no reniega del pasado pero no le gusta "prácticamente nada" de lo que hizo
Diego Vasallo no reniega del pasado pero no le gusta "prácticamente nada" de lo que hizo

San Sebastián.- Diego Vasallo, ex componente de Duncan Dhu, se ha despojado de lo accesorio para grabar "Canciones en ruinas", un disco acústico melancólico y desnudo en el que marca distancias con el pop de sus inicios, el de una etapa de la que no reniega, pero de la que no le gusta "prácticamente nada".

"Es difícil escucharte y reconocerte en grabaciones antiguas. Cambiaría todo. Pero eso tiene lógica, porque si te gustara lo que hacías hace veinte años, imagino que seguirías en el mismo sitio, no te habrías movido", ha asegurado en una entrevista a Efe este músico, que si por algo ha optado en su carrera ha sido por no quedarse "quieto".

Esa inquietud ha llevado a Vasallo (San Sebastián, 1966) a "avanzar" más que a experimentar, para ir "salvando obstáculos disco a disco", consciente de que "en ese camino se prueban muchas cosas" y "unas salen mejor y otras peor".

Su nuevo trabajo, el primero en cuatro años, es el resultado de una etapa "turbulenta y difícil", que ha expresado en canciones tristes y de letras oscuras, que hablan de "pasados sin absolución" y "nubes que traen olvidos", interpretadas en "tonos muy bajos", a punto de romper la voz.

"Esos tonos graves te hacen cantar menos y realzan los textos. Cuentas más lo que dices en las letras y eso me gusta. Reflejan un estado de ánimo, cómo estás viendo la realidad que te rodea. Creo que es como debe ser si un disco es sincero y las canciones están escritas desde un punto de vista autobiográfico", destaca Vasallo, que solo se acompaña en el nuevo CD de guitarra, piano, violín y en algún tema de acordeón.

Se siente más cómodo ahora que en su etapa de Duncan Dhu porque puede vivir de su trabajo, del realizado a lo largo de 25 años, con una "absoluta libertad" para crear, componer y grabar los discos que desea.

"Estoy en una situación bastante privilegiada. Ahora, ¿que lleguen a más o menos gente?. Cuando haces algo siempre esperas que haya alguien al otro lado, los discos no se hacen nunca para uno mismo, pero no me parece demasiado importante si llegan a 2.000 o a 100.000 personas. No veo gran diferencia en ello, aparte de la económica", añade.

Es la reflexión de un hombre de 44 años al que le llegó la fama sin haber cumplido los 20 y se vio de lleno "en un oficio que, en la parte industrial, es bastante duro y bastante peligroso".

"No fue fácil. Éramos jóvenes y hubo problemas entre nosotros. En algún momento nos pilló el toro y no estábamos lo suficientemente preparados para enfrentarnos a giras y espacios muy grandes. Lo vas viviendo y aprendes sobre la marcha. Es como una escuela", explica este músico, que ha hecho de la pintura su otra actividad artística.

En Vasallo nunca confluyen ambas disciplinas. Mientras se ha dedicado a sus "Canciones en ruinas" ha aparcado la pintura, que quiere retomar en primavera para preparar una exposición que inaugurará dentro de un año y sobre la que no desvela ningún detalle, salvo que simultáneamente presentará un pequeño poemario que ya ha escrito.

Antes, volverá a los escenarios, que no pisa desde hace siete años, y que le gustaría que fueran lugares "alternativos", recintos pequeños como centros de arte y cultura.

No hay nada cerrado, aunque imagina que en San Sebastián, Bilbao y Madrid habrá alguna parada, y también desearía otra en el Teatre Fornells de Menorca, donde grabó el disco, aunque tiene un aforo tan reducido -unas 50 personas- que tendría que hacerlo en varios días.

"Es un sitio muy particular y se generaría un ambiente muy especial. Me siento en deuda con ellos y creo que deberíamos ir", subraya.

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