Edimburgo invita al público a ver teatro a través de una tableta electrónica

  • Los nuevos formatos escénicos como representaciones a través de tabletas electrónicas, funciones a domicilio o la experiencia íntima de ser bañado por alguien protagonizan la actual edición del Fringe de Edimburgo, el festival de teatro alternativo mayor del mundo.

Edimburgo, 13 ago.- Los nuevos formatos escénicos como representaciones a través de tabletas electrónicas, funciones a domicilio o la experiencia íntima de ser bañado por alguien protagonizan la actual edición del Fringe de Edimburgo, el festival de teatro alternativo mayor del mundo.

Si algo caracteriza al Fringe de la capital escocesa, que se celebra durante todo el mes de agosto, es la libertad y la falta de límites a la hora de representar danza, teatro o comedia.

Uno de los espectáculos que más está dando que hablar esta edición, por su innovador planteamiento, es Alma Mater, que invita al público a introducirse de uno en uno en una habitación blanca, vacía y sin ventanas.

La acción transcurre en ese mismo espacio, aunque no físicamente, por lo que el espectador recibe una tableta electrónica a través de la cual sigue las fantasías de Wagner, un niño que repasa su día al meterse en la cama.

Durante los 20 minutos que dura la función de la compañía de Glasgow Fish and Game, el único miembro del público que está dentro de la habitación se mueve alrededor de ella según se lo va indicando el protagonista.

La arriesgada apuesta ha recibido grandes críticas en este festival pero ha desconcertado mucho al público.

En esta línea de teatro íntimo, el artista Adrian Howells presentó en el festival un pieza en la que baña, enjabona y seca mientras los abraza a miembros del público .

"El placer de ser lavado, alimentado y apoyado" es una función diseñada para un solo espectador y que tiene lugar en una el baño de una habitación de hotel.

La experiencia, que dura una media hora, no tiene nada de sexual, según el artista y performer escocés que pretende ofrecer unos momentos de lujo, en la bañera hay aceites y pétalos de rosa, y afecto a su público que en algunas ocasiones llega a llorar.

Otra de las tendencias de este año esta siendo que algunas compañías han decidido no buscar un lugar para actuar, una de las labores más complicadas de los participantes del Fringe cuya programación engloba más de 2.500 espectáculos.

La idea es montar la representación donde lo pida el público, generalmente en una casa o un apartamento donde se reúnen un grupo de amigos.

El Festival de teatro alternativo de Edimburgo es una plataforma de nuevas tendencias que más tarde reverberan en los escenarios de todo el mundo por lo que es una cita indispensable cada verano para cazatalentos y productores.

El origen del Fringe se remonta a 1947 cuando ocho compañías de teatro decidieron acudir y actuar en la capital escocesa, a pesar de no haber sido invitadas y no formar parte del programa oficial del recién inaugurado Festival Internacional de Edimburgo.

El desafío se fue repitiendo año tras año y el número de compañías que se unieron al desafío fue aumentando hasta que en 1959 se estableció oficialmente, debido al éxito de la propuesta, el festival Fringe.

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