El abuso de poder se representa en Madrid con "La isla de los esclavos"

  • La compañía de teatro Venezia se subirá mañana al escenario del Teatro Fernán Gómez de Madrid para indagar en el universo humano, el cambio de rol y la inesperada adquisición de poder con una adaptación contemporánea y muy visual de la comedia clásica de Pierre Mariveaux "La isla de los esclavos".

Madrid, 9 oct.- La compañía de teatro Venezia se subirá mañana al escenario del Teatro Fernán Gómez de Madrid para indagar en el universo humano, el cambio de rol y la inesperada adquisición de poder con una adaptación contemporánea y muy visual de la comedia clásica de Pierre Mariveaux "La isla de los esclavos".

"¿Qué harías si tu amo se convirtiera en tu esclavo?" Sobre esta cuestión trabaja la compañía dirigida por José Gómez que explorará sobre las tablas cómo los principios de las personas cambian cuando ostentan el control.

En busca de la reflexión política y personal, el director ha estudiado este texto del siglo XVIII con el que pretende demostrar, según ha dicho hoy en rueda de prensa, que "la elección está dentro de cada uno de nosotros, no en quien ostenta el poder".

De este modo, "La isla de los esclavos" sumerge al espectador en una isla de la Grecia Clásica, cuna de una democracia que convive con la esclavitud. Allí, dos patricios deberán intercambiar su rol dominante con sus dos esclavos, obligados por las normas que rigen la sociedad de ese terreno.

"El propósito de este intercambio es que ambos se conozcan y se reflejen en la imagen del otro", ha señalado el director, que ha destacado que esta adaptación se ha centrado mucho en la importancia de la decisión y la reeducación impuesta.

Los actores Borja Luna, Ana Mayo, Eva García, Antonio Lafuente y Javier Lago son los protagonistas de esta historia que describe una utopía en la que existe la esclavitud a modo de castigo.

"Estos personajes vienen de una sociedad perfecta y se irán conociendo a sí mismos en un viaje muy personal", ha declarado Luna, que interpreta en la ficción al esclavo Arlequín y que, finalmente, optará por la redención y recuperará su rol original.

Una historia muy actual pero escrita en 1715 por un Marivaux que escribió "un final censurado, acorde con los gustos de las altas esferas y que enfada al espectador contemporáneo", ha destacado Luna.

Ataviados de blanco los señores, y los esclavos, ahora convertidos en amos, de negro, la acción dramática se desarrolla sobre un tablero de ajedrez circular que representa una isla sin escapatoria sometida constantemente a las luchas de poder.

"Este círculo aisla por completo del público, a mitad de la obra este espacio nos desubica y esto juega a favor de la obra", ha declarado Lafuente, que encarnará al patricio Ifícrates quien considera a sus esclavos unos ingratos.

Al escenario se suman cuatro pantallas de televisión "que enlazan con la sociedad panóptica de Foucault y la idea de castigo", según ha señalado el director.

"Arlequín, eres un hombre libre. ¿Debe eso hacerte malvado?", dice una sumisa Eufrosina ante el que era su esclavo. Una historia de venganza, ambición y también de perdón que hará reflexionar a los madrileños sobre el buen uso del poder hasta el próximo 3 de noviembre.

Mostrar comentarios