"El alma de las moscas", rodada con menos de mil euros, seduce a Karlovy Vary

  • A menos presupuesto, más ingenio. Esta es la receta del director novel español Jonathan Cenzual Burley, que ha conseguido estrenar su primera película, "El alma de las moscas", rodada con menos de mil euros, en una de las secciones a concurso del Festival de Karlovy Vary.

Luis Lidón

Karlovy Vary (R.Checa), 8 jul.- A menos presupuesto, más ingenio. Esta es la receta del director novel español Jonathan Cenzual Burley, que ha conseguido estrenar su primera película, "El alma de las moscas", rodada con menos de mil euros, en una de las secciones a concurso del Festival de Karlovy Vary.

"Las historias no cuestan dinero, pero muchas veces eso se olvida", declara a Efe el director salmantino nacido en 1980 y residente en Londres.

La historia de dos hermanos que desconocían la existencia el uno del otro hasta que reciben una invitación para asistir al funeral de su padre es la única de habla hispana que compite, con otras once cintas, en la sección "Forum of independents" del certamen de clase "A" que se clausura mañana.

Eva Zaoralová, que fue directora artística del festival desde 1995 y hasta 2010, y que este año hizo la selección de filmes para esa sección, eligió "El alma de las moscas" como una de sus dos películas a descubrir debido a su auténtico "espíritu independiente".

"A través de su innovadora poética visual llena de absurdo, humor y melancolía, Cenzual Burley demuestra que la poesía no se crea con imágenes poéticas, sino con la forma en la que miramos el mundo", describe el festival al filme.

Rodada en tres fines de semana con una cámara casera, el director guionista y montador de su primer largometraje confiesa que ha tardado dos años en editarlo, porque solo podía avanzar en esa tarea durante su tiempo libre.

"La grabé con un equipo de siete personas, los actores en su mayoría son no profesionales. Es más, ni siquiera son actores, están mi padre, mis abuelos, a toda esta gente no se le pagó", explica el joven realizador.

El único actor de oficio es Javier Saez, y la música, firmada por Tim Walters y Andrea Calabrese, la hicieron esos dos amigos del director que renunciaron a cobrar.

El secreto para hacer una película con semejante presupuesto es "centrarse en lo básico" y contar historias sencillas y cercanas.

"Hay que buscar la magia a lo que tienes alrededor, la gente se rompe la cabeza muchas veces en querer contar una historia magna, grandiosa", subraya.

El relato de los dos hermanos y su viaje físico y espiritual al entierro de su padre tiene como referentes, en el tono más que en la historia, recalca, a "Amanece que no es poco", de José Luis Cuerda, así como trazos de Luis García Berlanga y Emir Kusturica.

"Quería crear una fábula, un cuento como los de antes, de realismo mágico", afirma.

El primer pase de la película fue "una ilusión tremenda" por el lleno de la sala y la reacción positiva del público checo ante el humor de la película, cuenta.

Aunque la cinta compite por el premio a la mejor película independiente del certamen, el director cree que apenas tiene opciones debido al alto nivel de la sección.

"No hay que perder la perspectiva", señala para recordar las limitaciones que impone un presupuesto tan ajustado.

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