El argentino Benjamín Ávila estrena en Cannes "Infancia clandestina"

  • El realizador argentino Benjamín Ávila estrenó hoy en el Festival de Cannes "Infancia clandestina", una cinta que aborda desde la mirada infantil sucesos protagonizados por activistas montoneros y que parte de vivencias personales.

Cannes (Francia), 20 may.- El realizador argentino Benjamín Ávila estrenó hoy en el Festival de Cannes "Infancia clandestina", una cinta que aborda desde la mirada infantil sucesos protagonizados por activistas montoneros y que parte de vivencias personales.

Protagonizada por Natalia Oreiro, Ernesto Alterio, César Troncoso y Teo Gutiérrez Moreno, la película se presentó en la sección Quincena de Realizadores, paralela al evento competitivo oficial que terminará el próximo 27 de mayo.

"No es una película autobiográfica, lo que sucede no es literal", advirtió Ávila en entrevista con Efe acerca de una historia basada en momentos que vivió el realizador (Buenos Aires, 1972) y sus hermanos a su regreso a la Argentina.

El papel que interpreta la uruguaya Oreiro (Charo) está inspirado en la propia madre del director, que insistió en que las cosas que pasan en la cinta "sucedieron así, pero no tanto".

"Para mí era más importante lo que yo tenía que decir generacionalmente que mi propia vida y me parece que sí usé lo que viví con mis hermanos como disparador para poder contar esta historia, pero no fue la que rigió todo".

"Sí creo que esta película es de mi generación y no de la generación que había contado esta historia hasta ahora", señaló el director, que ya abordó anteriormente cuestiones relacionadas con la dictadura, como el documental "Nietos", que pasó por el Festival de San Sebastián en 2004 y que trataba el tema de los hijos de desaparecidos.

"Quiero destruir la idea de que la repetición de los temas puede llevar a un hartazgo", protestó, interrogado por las críticas de quienes consideran que ya hay muchos filmes sobre la dictadura argentina o latinoamericanas en general.

"Nunca nadie habla sobre el hartazgo sobre un tema por la guerra civil de Estados Unidos, ni habla de eso con Vietnam ni con la Segunda Guerra Mundial. Me parece que hay una especie de prejuicio latinoamericano mucho y también en España de que esos temas no habría que tocarlos más".

Es, apuntó, "como si el cine no fuera parte de contar la historia de la Humanidad, como si el cine no fuera parte de una revisión constante del ser humano, como si las novelas que se escriben sobre temas que ya se escribieron (...) no se debiera hacer más porque ya pasaron", agregó.

"Es un grave error pensar que la repetición de un tema hace que eso se transforme en hartazgo. Eso sí, sí creo que es responsabilidad nuestra, de los que hacemos esa creación, en no repetirnos en la cuestión de la visión sobre ese tema. Son cosas diferentes", zanjó.

"Creo que para los que vivimos en Latinoamérica es bastante común ver películas que hablen de la dictadura porque ha sido lamentablemente algo recurrente en nuestro continente", explicó por su parte Natalia Oreiro.

"Pero creo que es la primera vez que se cuenta quizás sin ese tono trágico porque, si bien los hechos demuestran que lo ha sido (...) (en la cinta) siempre se trata de poner el romance, el humor, la solidaridad", contó a Efe Oreiro.

La actriz y cantante reveló que lo más complicado en su interpretación fue tener que despojarse de lo que sabía de lo que sucedió para poder meterse en el "día a día" de una familia con esas condiciones, de militancia política pero de vida familiar al mismo tiempo.

Ernesto Alterio, que ha vivido la mayor parte de su vida en España, comentó a propósito del filme y preguntado por la manera de abordar hechos relacionados con las dictaduras, que España "tiene que reelaborar su historia y aprender de ella".

"He vivido toda mi vida en España, me siento más español que nada, y por eso puedo decir que España tiene que avanzar mucho en el sentido de reelaborar un poco su historia y aprender de ella", dijo a Efe.

"En Argentina es un hecho que se ha avanzado mucho en ese sentido", comentó.

"Sí, se puede decir que los argentinos le dan muchas vueltas a todo, pero han podido elaborar un suceso, algo que pasó en su propia historia y se sigue dándole vueltas y creo que eso ha contribuido a sanear un montón de cosas", estimó Alterio.

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