El arte más joven en ARCO 40

  • Madrid.- Nació como un programa paralelo, pero a medida que han ido pasando los años el programa ARCO 40 ha logrado situarse como uno de los atractivos de la feria, con la participación de 39 galerías, aunque en esta trigésima edición sus propuestas son menos arriesgadas.

El arte más joven en ARCO 40
El arte más joven en ARCO 40

Madrid.- Nació como un programa paralelo, pero a medida que han ido pasando los años el programa ARCO 40 ha logrado situarse como uno de los atractivos de la feria, con la participación de 39 galerías, aunque en esta trigésima edición sus propuestas son menos arriesgadas.

El proyecto, reservado a las galerías que exhiben obra de un máximo de tres artistas realizada en los últimos tres años, se ha integrado físicamente en el Programa General y sus salas son muy visitadas por el numeroso público que hoy, a pesar de ser un día lluvioso en Madrid, se ha desplazado a los pabellones 8 y 10 de IFEMA.

Otra de las características de este programa es el espacio, de cuarenta metros cuadrados, con un coste inferior al del Programa General, lo que permite a las galerías presentar obra menos comercial.

Además, el momento de crisis actual ha hecho que hayan sido varias las salas que han hecho un trasvase desde el Programa General para formar parte de este proyecto.

También se han producido casos al contrario, como el de la galería ADN, que en su trayectoria en ARCO 40 ha sido la que ha presentado algunas de las obras más polémicas del certamen y que este año ha optado por apostar por más metros.

La internacionalización que desde su creación se quiere buscar para ARCO se hace realidad en este espacio, que cuenta con la participación de galerías procedentes de numerosos países.

Parada obligada en el recorrido es la Gao Magee Gallery, que en su primera participación en ARCO ha logrado muy buena acogida y vendido varias de sus obras, entre ellas una de las más visitadas como es la instalación "Pequeño negocio. Karaoke n3" del artista chino Jin Shi, adquirida por un coleccionista particular de Londres por 24.000 euros.

La propuesta de esta galería es ofrecer un espacio interactivo de arte chino contemporáneo con el objetivo de invitar a los asistentes a participar activa e intelectualmente con las obras, cantar en el llamativo karaoke situado en un carrito con música, vídeos y luces de colores de Jin Shi, o buscar las diferencias entre las dos grandes pinturas de Li Qing.

En un plano diferente, pero también muy visual, la galería El Museo de Bogotá atrae a los visitantes con las imágenes manipuladas de Marcos López, como la de Fidel Castro con una pistola de goma, o la que ofrece una visión diferente de la autopsia del Che Guevara. En este espacio se puede contemplar también la obra de Moisés Mahiques y Marco Mojica.

Un gran telescopio negro, situado casi en el pasillo, es un buen reclamo para que los visitantes sientan curiosidad y hagan cola para mirar, aunque no sea más que una luz, la obra de Rui Toscano en la galería lisboeta Cristina Guerra Contemporany Art. Junto a esta, Nusser & Baumgart, de Múnich, ha traído las atrayentes instalaciones de Benjamin Bergmann.

El de ARCO 40 es un recorrido muy diverso y en él se pueden contemplar todos los estilos y disciplinas. La fotografía es uno de los lenguajes que tiene un lugar especial, al igual que las instalaciones, como la del artista Franklin Evans, que ocupa en su totalidad el estand de la Sue Scott Gallery de Nueva York.

Cámara en mano, los numerosos visitantes que paseaban hoy por ARCO hacían sufrir a algunos de los responsables de estas galerías, de espacios más reducidos, al acercarse demasiado a las obras para fotografiarse, como ocurría en la de Alejandra Salas de Barcelona, donde las esculturas de niños de José Cobo son muy retratadas.

Muy fotografiada también es la instalación del artista Willem Besselink en la galería holandesa MKgalerie. El artista holandés ha hecho en y especialmente para Madrid esta obra que deriva de los movimientos de tráfico de la ciudad.

Cinco torres multicolores de piezas de madera, en las que representa, a través de diferentes colores, los edificios, los coches y a los peatones, materializan las observaciones del artista.

Con menos obras denuncia que en ediciones anteriores, en el recorrido por las galerías que forman ARCO 40 pueden contemplarse trabajos de artistas consolidados, como es el caso de Carmen Calvo y de Eva Lootz, con obras destacadas en la galería Altxerri de San Sebastián.

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