El "arte povera" de Giuseppe Penone toma Versalles

Laura Bayarri

París, 6 jun.- El "arte povera" Giuseppe Penone y sus esculturas vegetales que entrelazan los conceptos de cultura y naturaleza, es la apuesta del palacio de Versalles para la muestra de arte contemporáneo que acoge cada año.

"Penone Versailles", que se inaugura mañana y podrá visitarse hasta el 31 de octubre, despliega casi una veintena de esculturas del artista italiano, entre la residencia real, el eje central de los jardines y el retirado "Bosquet de l'Étoile".

Sus árboles monumentales y enérgicos han sido seleccionados por su "grandeza y elegancia, muy en consonancia con Versalles", declaró hoy, en rueda de prensa, la presidenta del Palacio, Catherine Pégard.

Precisamente en el 400 aniversario del nacimiento del diseñador de los jardines palaciegos, André Le Nôtre, Penone se toma la libertad de "dialogar" con el creador del siglo XVII y establecer una "sutil armonía" con su obra.

Mientras que sobre el eje central del parterre las instalaciones vegetales están alejadas entre sí, en el "Bosquet de l'Étoile" las siete obras se confrontan para abordar una reflexión sobre los árboles, su crecimiento, el movimiento y el equilibrio.

Para este abanderado del "arte povera", una corriente que surgió en los años sesenta con el propósito de inventar nuevos lenguajes visuales y renovar los materiales, los parques sintetizan la percepción occidental sobre la relación del hombre con la naturaleza.

"Aunque son construidos para exaltar el poder del hombre, los jardines subrayan la fuerza de la naturaleza, que minimiza la acción humana obligando a realizar un trabajo titánico para preservarlos", explicó el escultor a los periodistas.

Como descubre la exhibición, el árbol es la composición predilecta de Penone (Garessio, Italia, 1947), ya que su follaje, la verticalidad de su tronco y la estructura de sus ramas encarnan en su opinión el "reencuentro perfecto entre la cultura y la vegetación".

El modelista asocia, justamente, elementos de la naturaleza con fragmentos del cuerpo humano. Así, el mármol que envuelve la coraza del árbol revela una anatomía de venas sinuosas, o el cerebro inspira un complejo paisaje rural.

Aunque la construcción de sus piezas suele surgir tras el hallazgo de un modelo en el bosque, como en la obra "Le foglie delle radici", para otras como "Elevazione" es el propio escultor quien parte en busca de un prototipo que se ajuste al molde que ha aparecido en su cabeza.

"Tra scorza e scorza", una de las primeras instalaciones que aparecen en el laberíntico recorrido del jardín y una de las más preciadas, se inspira en uno de los troncos que en 1999 tumbó en el palacio de Versalles una tormenta.

En un encuentro con los medios que sirvió para descifrar las claves de su proceso creativo, Penone explicó que el mayor inconveniente de la escultura, en términos generales, es, en su opinión, que ocupa un espacio físico y que, por lo tanto, requiere una elección de materiales "lógica y muy limitada".

La madera, el mármol y el bronce han sido los mejores aliados de este artista desde los inicios de su carrera, en los años sesenta, por ser "duraderos y estables", pero en las inmediaciones de Versalles ha tanteado también otros como el oro.

"El oro es la evocación de la luz y cualquier forma vegetal existe en constante búsqueda de esta fuente de vida", aclaró el escultor.

La veracidad y congruencia que aportan los elementos utilizados por Penone tanto en el castillo como en el parque convierten a sus creaciones en la antítesis de la escultura, ya que no se desvinculan de la atmósfera que las envuelve, sino que participan en ella.

"Mi propuesta fue desde el primer momento evitar una contradicción violenta con lo que concebió Le Nôtre en el siglo XVII. Estamos en su casa y debemos respetarlo", puntualizó el escultor, que con esta muestra sucede en Versalles a artistas como la portuguesa Joana Vasconcelos.