El asedio napoleónico a Ciudad Rodrigo revive 200 años después

  • Ciudad Rodrigo (Salamanca).- Más de medio millar de piezas, alguna de gran calado histórico, se exponen desde hoy en Ciudad Rodrigo para ilustrar los dos asedios que sufrió este municipio salmantino a manos de las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia (1808-1812).

El asedio napoleónico a Ciudad Rodrigo revive 200 años después
El asedio napoleónico a Ciudad Rodrigo revive 200 años después

Ciudad Rodrigo (Salamanca).- Más de medio millar de piezas, alguna de gran calado histórico, se exponen desde hoy en Ciudad Rodrigo para ilustrar los dos asedios que sufrió este municipio salmantino a manos de las tropas napoleónicas en la Guerra de la Independencia (1808-1812).

La relación de fuerzas existente en la Europa del siglo XIX, con Francia e Inglaterra como ejes enfrentados se pone de relieve en la exposición "Ciudad Rodrigo frente a Napoleón", que permanecerá abierta en el Palacio de los Águila hasta final de año.

La muestra fue inaugurada por la consejera de Cultura de Castilla y León, María José Salgueiro, no lejos de la catedral en cuya fachada aún se aprecian marcas en la piedra de las armas de artillería.

"Es la colección más importante, sin duda, de todo lo que se ha expuesto hasta ahora sobre la Guerra de la Independencia", ha manifestado el alcalde de Ciudad Rodrigo, Javier Iglesias, acerca de esta exposición con piezas llegadas desde Inglaterra, Francia, Portugal y de la mayor parte de las provincias españolas.

Han visitado la muestra el primogénito del actual duque de Wellington, el Marqués de Douro, y su esposa, Antonia de Prusia, quienes han prestado especial atención a la sala dedicada a Lord Wellington -también Duque de Ciudad Rodrigo y que recibió las llaves de la villa tras su papel decisivo en la derrota de los franceses de Napoleón en 1812, que había tomado y sitiado la población en 1810.

Ignacio Pérez de Herrasti, descendiente del mayor defensor de Ciudad Rodrigo de las tropas invasoras, Andrés Pérez de Herrasti, también ha querido ser la memoria en el día de hoy de aquel 10 de julio de 1810, cuando el general español capituló ante el francés general Nei, entregando Ciudad Rodrigo a Napoleón, ya que los aliados retrasaron su ayuda.

La muestra pretende ser uno de los mayores reclamos culturales de Europa, según ha reflejado hoy las autoridades presentes, entre ellas la consejera María José Salgueiro, que ha insistido en la idea de que Castilla y León debe "rentabilizar los enormes recursos culturales que tiene en momentos de dificultades económicas".

El duque de Douro (Charles Wellesley), próximo duque de Wellington, ha prestado a la muestra seis óleos de su colección privada y ha recordado la alianza que a principios del siglo XIX protagonizaron España, Portugal e Inglaterra, que supuso "un gran progreso en aquella época", en relación con la victoria sobre los franceses.

Inglaterra también está presente en esta muestra con obras cedidas por los museos Apsley House y Armuy Museum donde, de este último, destaca una acuarela en la que dos oficiales observan las brechas causadas en la muralla de Ciudad Rodrigo un día después del asalto a los franceses en enero de 1812, con la victoria de Wellington.

La muestra se ha estructurado en cinco capítulos: "El nacimiento de un siglo", "El Sitio de la ciudad en 1810", "La recuperación de la ciudad en 1812, triunfo y dolor", "El recuerdo que nos une" y un quinto escenario donde se exhiben una colección completa de "Los desastres de Goya, un reportero de guerra excepcional".

Francia está representada por una pieza emblemática: la máscara mortuoria de Napoleón, esculpida en yeso por su médico personal Franchesco Antom Marchi.

El sitio que también sufrió la ciudad portuguesa de Almeida, limítrofe con Ciudad Rodrigo, las batallas de Fuentes de Oñoro, Tamames o Arapiles son también motivo de recordatorio en esta exposición, flanqueada en su inicio, en patio noble del palacio, por dos cañones cedidos por la ciudad de Tarragona, "que son iguales que los que se utilizaron en las contiendas de Ciudad Rodrigo", ha explicado el comisario de la muestra, José Ramón Cid Cebrián.

Ciudad Rodrigo pretende aprovechar con esta exposición la llegada de cientos de turistas franceses, ingleses, portugueses o de cualquier rincón de España.

La estela de 50.000 hombres en contienda, de 84 cañones y 44.000 proyectiles hoy se ven reflejados en cualquier rincón del recinto amurallado de Ciudad Rodrigo, donde aún brillan como el mejor vestigio de las Guerras Peninsulares los cañonazos que impactaron en la torre de la catedral de Santa María.

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