El azúcar, elemento esencial del Ramadán en Níger

  • En las calles, los lugares de trabajo, los mercados, los domicilios, el azúcar está prácticamente en boca de todos desde la aparición del cuarto creciente lunar que anuncia el comienzo del ayuno en Níger, donde es un elemento central en la tradición del Ramadán.

Issa Ousseini

Niamey, 13 jul.- En las calles, los lugares de trabajo, los mercados, los domicilios, el azúcar está prácticamente en boca de todos desde la aparición del cuarto creciente lunar que anuncia el comienzo del ayuno en Níger, donde es un elemento central en la tradición del Ramadán.

En ese mes sagrado, el azúcar se convierte en el producto alimentario más consumido del país, donde más del 80 por ciento de la población es musulmana.

"El fuerte consumo está ligado al hecho de que se utiliza en la preparación de bebidas que sirven para romper el ayuno, como los zumos y los caldos que integran la alimentación popular en este periodo", explica a Efe Bureïma Amadu, nutricionista en Niamey.

Para el sociólogo Musa Idrisa, el gesto de ofrecer azúcar a los padres, amigos o conocidos durante el Ramadán cuando se dispone de medios no es una obligación religiosa, sino simplemente una práctica cultural para reafirmar los vínculos de solidaridad.

Mes por excelencia para expiar los pecados de los musulmanes con la abstinencia, la adoración de Dios y la práctica de buenas obras, el Ramadán es sinónimo de nuevos comportamientos para los nigerinos.

"Se nota una gran afluencia a las mezquitas, que son literalmente tomadas al asalto en las horas de las plegarias, lo que no sucede en los otros meses del año. También se nota que se llevan ropas más amplias y, sobre todo, rosarios, que reaparecen entre las manos durante todo el día", explica Idrisa.

Según el sociólogo, un gran número de creyentes busca seguir las prescripciones del islam durante el Ramadán con las nuevas prácticas, aunque para algunos se trata sólo de mostrar a la sociedad que cumplen con el ayuno.

En este mes, la vida social, económica y administrativa se ralentiza durante el día, mientras que, a partir del anochecer, las noches se animan hasta el alba.

En cualquier caso, el sector comercial se relanza y los comerciantes se frotan las manos por el mayor consumo durante este periodo, especialmente de productos alimenticios, que no se logra igual en ningún otro momento del año.

Tras el rezo de El Asr, en medio de la tarde, los puestos, sobre todo de comida, invisibles durante el día, comienzan a reaparecer y los rostros crispados por el hambre y la sed recobran progresivamente la sonrisa porque se acerca la hora de romper el ayuno.

"Es el único mes del año en el que se hace un esfuerzo por diversificar la alimentación, incluida la de la gente pobre, porque es necesario aportar al organismo durante la noche las calorías necesarias para un equilibrio", según el nutricionista Amadu.

Las noches está marcadas por sesiones de oración públicas en las mezquitas con el objetivo de reforzar la fe de los creyentes, según el imam Suleymane Aliu.

"Es una tradición, desde que empieza el ayuno suspendemos inmediatamente ciertas emisiones que distraen y pueden ser susceptibles de impactar a la opinión pública para permitir a los imames que enseñen más a la población sobre el islam", explica Bubacar Diallo, director de la Televisión privada Dounia, con sede en Niamey.

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