El Bellas Artes de Bilbao exhibe una tierna "Virgen niña dormida" de Zurbarán

  • El Museo de Bellas Artes de Bilbao exhibe desde hoy el óleo del pintor extremeño Francisco de Zurbarán "Virgen niña dormida", una obra dotada de una gran ternura, delicadeza y profunda espiritualidad.

Bilbao, 10 jul.- El Museo de Bellas Artes de Bilbao exhibe desde hoy el óleo del pintor extremeño Francisco de Zurbarán "Virgen niña dormida", una obra dotada de una gran ternura, delicadeza y profunda espiritualidad.

La pieza, que presenta una composición de una simplicidad "admirable", se mostrará al público del Bellas Artes hasta el 15 de septiembre dentro del programa "La obra invitada", por el que se exponen cuadros pertenecientes a los fondos de otras instituciones y coleccionistas de arte.

Zurbarán, que en este óleo datado entre 1630 y 1635 despliega todas sus cualidades como retratista, muestra a la futura Virgen María de niña, dormida en una pausa de la oración, ha explicado en la presentación de la obra Javier Novo, jefe del departamento de Colecciones de la pinacoteca bilbaína.

Su mano izquierda aún sostiene el libro de meditación, mientras reposa acomodada en una modestísima silla de enea; a su derecha, el artista extremeño pinta una mesita rústica en la que descansa un plato de metal con un cuenco de porcelana oriental con tres flores, de clara significación simbólica.

Una rosa (que simboliza el amor), una azucena (que refleja la pureza) y un clavel (la fidelidad).

Zurbarán, uno de los grandes representantes del Siglo de Oro de la pintura española, huye de la grandilocuencia y teatralidad propia del manierismo italiano, en esta composición, propiedad actualmente de la Fundación Banco Santander, que la ha prestado al museo bilbaíno para la ocasión.

El color del ropaje de la Virgen niña, rosa violáceo para la túnica y azul fuerte para el manto, se muestra en toda su intensidad y vigor, una vez liberado de la capa de suciedad que lo amortiguaba, en una restauración llevada a cabo en 2002.

La obra se exhibe en la sala número 9 del edificio dedicado al arte clásico, junto a otras piezas relevantes de grandes maestros de la pintura española barroca del siglo XVII como Herrera el Viejo, Ribera, Murillo, Carreño y Ribalta.

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