El brasileño Ernesto Neto transforma con sus instalaciones la galería Hayward

  • Londres.- El brasileño Ernesto Neto (Rio de Janeiro 1964), uno de los artistas más influyentes de su generación, ha transformado el interior y tres terrazas de la galería Hayward, de Londres, con una serie de espectaculares instalaciones que envuelven al visitante.

Londres.- El brasileño Ernesto Neto (Rio de Janeiro 1964), uno de los artistas más influyentes de su generación, ha transformado el interior y tres terrazas de la galería Hayward, de Londres, con una serie de espectaculares instalaciones que envuelven al visitante.

En una de las terrazas al aire libre de la galería ha colocado una piscina flanqueada por dos vestuarios amarillos en forma de tienda de campaña cuyas formas orgánicas contrastan poderosamente con la estricta geometría brutalista de los edificios del complejo cultural Southbank Centre, situado junto al Támesis.

Como en todas sus obras, Neto invita al público a participar con todos sus sentidos, y en el caso de la piscina se trata de animar a los visitantes a despojarse de sus ropas y eliminar el estrés de la gran ciudad relajándose unos minutos en su líquido contenido.

"Lo único que me importa es el público, la interacción con la gente", explica el artista a EFE mientras, sentado frente a una máquina de coser, trabaja una tela destinada a una de sus instalaciones.

La exposición de Neto, titulada en inglés "The Edges of the World" (Los Confines del Mundo)", forma parte del Festival Brasil, un programa cultural dedicado al país emergente que va en camino de convertirse en la quinta economía del mundo en 2025.

Neto se niega, sin embargo, a que se le identifique con los colores de la bandera brasileña (amarillo, verde y azul), elegidos por los organizadores del festival para toda su publicidad, y dice que los colores del Brasil son muchos más que esos y él no pretende ser en ningún caso embajador del país.

Recuerda que la dictadura brasileña fue profundamente nacionalista al tiempo que expresa su admiración por el movimiento de Tropicalia surgido durante y en oposición a la dictadura con artistas de distintos campos como los neo-concretistas Hélio Oiticica y Lydia Clark, los músicos Gilberto Gil, Maria Bethânia o el cineasta Glauber Rocha.

Por sus formas orgánicas, el arte de Neto recuerda a las esculturas de Jean Arp, y Neto se dice de acuerdo con esa apreciación aunque expresa su admiración por el escultor suizo Giacometti, sobre todo el de la etapa surrealista, y ante todo por el que considera como el más importante escultor del siglo XX: el rumano Brancusi, a quien dice admirar por encima de todos.

Las instalaciones que presenta Neto en el espacio interior de la Hayward son estructuras de poliamida en forma de laberínticos túneles de distintos colores por los que los visitantes pueden circular como si lo hiciesen por el interior de un intestino.

Con ese material, de fuerte elasticidad y que evoca la piel humana, Neto ha recubierto además, a modo de membranas, paredes y techos de la galería.

Interesado lo mismo por la antropología que por la física, Neto planea cuidadosamente con ayuda de un ordenador sus construcciones de fibra y madera, a las que da estabilidad con bolsas en forma de gotas de agua pero que el artista ha llenado de piedrecitas.

A la vista de esas estructuras de fibra sintética, que en algún caso se asemejan a un vehículo lunar, uno piensa a veces en la arquitectura orgánica del español Santiago Calatrava.

Neto ha contribuido también con algunas creaciones -un biombo, una mesa y unos taburetes, todos ellos de madera- a la exposición "Nueva Decoración", inaugurada también hoy en otras salas de la Hayward.

Esta última, comisariada por el propio director de la Hayward, Ralph Rugoff, reúne obras de 36 artistas contemporáneos de un total de veintidós países que han transformado imaginativamente objetos de uso diario -desde una cama hasta una silla o una araña de luz- para darles nuevos aspectos que van de lo extravagante a lo inquietante.

"Las obras de esta exposición exploran el terreno entre los aspectos prácticos y la imaginación, la vida cotidiana y el teatro al haber conseguido los artistas extraer de los objetos que nos rodean historias sociales y personales", explicó Rugoff en la inauguración.

Entre los artistas representados figuran la libanesa Mona Hatoum, la colombiana Doris Salcedo, la alemana Rosemary Trockel, el austríaco Franz West, el suizo Ugo Rondinone y los cubanos "Los Carpinteros", que presentan un complicado paso elevado de autopista en forma de colchón y que desemboca en una cama.

Joaquín Rábago

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