El checo Kovanda juega con lo invisible en el Palacio de Cristal de Madrid

  • El artista checo Jiri Kovanda quería "llenar" el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid intentando mantener vacío su transparente espacio, en un juego de lo visible y lo invisible que ha logrado en su montaje "Dos anillos dorados".

Madrid, 30 oct.- El artista checo Jiri Kovanda quería "llenar" el Palacio de Cristal del Parque del Retiro de Madrid intentando mantener vacío su transparente espacio, en un juego de lo visible y lo invisible que ha logrado en su montaje "Dos anillos dorados".

Organizada por el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, la instalación de Kovanda en el Palacio de Cristal esconde dos anillos dorados en una red entretejida con cuerda y un manto de hierba seca.

La muestra, que permanecerá en el Palacio de Cristal hasta el próximo 24 de febrero, ha sido especialmente diseñada y producida para este palacio por Kovanda (Praga, 1953), una de las figuras más destacadas del arte checo contemporáneo, según ha puesto de manifiesto durante su presentación el director del Reina Sofía, Manuel Borja-Villel.

El máximo responsable del Museo Reina Sofía ha destacado el carácter "casual y efímero" de la obra del artista checo y ha resaltado que el montaje es un relato "que permanece siempre inacabado, sin principio ni final y que el espectador debe acabar".

Y es que es el espectador el que tiene que encontrar los dos anillos dorados, una tarea que, ha dicho Kovanda, es como "buscar el tesoro".

Los dos anillos que dan nombre a la instalación se encuentran en dos lugares distintos del palacio y aparecen sostenidos y enmarcados por una cuerda y un manto de hierba seca.

A partir de la relación que los anillos mantienen con el espacio arquitectónico amplio y transparente y con los materiales "humildes" con los que interactúan, Kovanda propone una reflexión poética sobre el valor otorgado a los objetos y su carácter perecedero.

"Las cosas sencillas y baratas pueden resultar importantes, extraordinarias, mientras que los objetos caros pueden ser invisibles. Depende sólo de la situación", explica Kovanda, un artista conceptual autodidacta que inició su carrera a mediados de los años setenta, una época en la que, ha relatado, no podía mostrar su arte en su país en público.

En la última década, el artista ha llevado a cabo instalaciones como la que ha diseñado para el palacio madrileño, siempre intentando interactuar con el espacio en el que las realiza.

Así, la arquitectura del Palacio de Cristal se convierte en parte de la instalación, que combina lo invisible del vidrio con la contundencia del hierro, lo que ha convertido el montaje, ha señalado el artista checo, en una "experiencia extraordinaria".

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