Madrid, 17 sep.- El cine español llegará este fin de semana a una de sus citas más importantes del año, el Festival de San Sebastián, en un buen momento creativo y con una cuota de pantalla en ascenso meteórico, a pesar del abandono por parte del Gobierno.
El Ejecutivo se comprometió en diciembre de 2013 a reducir el IVA del cine -actualmente en el 21 %- y a aumentar los incentivos fiscales para compensar la reducción acumulada de subvenciones directas en más de un 60 % entre 2011 y 2014.
Si de la bajada del IVA no hay ni rastro hasta el momento, el aumento de incentivos anunciado en Consejo de Ministros en junio pasado defraudó las expectativas de los productores, que llevan meses denunciando la dejadez administrativa.
La desgravación actual es del 18 %. Los productores esperaban un 30 % para poder competir a nivel internacional, y Hacienda lo dejó en un 20 % y solo para el primer millón de euros de inversión.
Además introdujo un límite de tres millones de euros en la devolución del Impuesto de Sociedades que le valió una avalancha de críticas por parte de directores y productores de grandes presupuestos como Juan Antonio Bayona, Enrique López Lavigne, Rodrigo Cortés o Adrián Guerra, entre otros.
Todo ello desembocó en julio en la dimisión de Susana de la Sierra, directora general del Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales (ICAA) e interlocutora directa del Gobierno con el sector, y su sustitución por una persona de perfil técnico, Lorena González.
En cuanto a las ayudas, además de su recorte progresivo, se daba la circunstancia de que el Gobierno acumulaba retrasos en las subvenciones ya comprometidas.
Para paliar esta situación, el pasado 12 de septiembre aprobó un crédito extraordinario de 30 millones de euros, diez menos de los que reclama el sector. Eso sí, dejó la puerta abierta a abonar la diferencia más adelante, sin especificar cuándo.
"Esperamos que el Gobierno encuentre ese dinero", dijo Ramón Colom, presidente de la confederación de productores audiovisuales FAPAE, especialmente en un momento en el que la economía va bien y los ingresos previstos están por encima de lo calculado, según los datos del Gobierno.
El presidente de la Academia de Cine, Enrique González Macho, fue más allá. "Están destruyendo el cine a marchas forzadas", dijo en declaraciones a Efe.
Mientras tanto, fue el propio ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien adelantó hace una semana en el Congreso de los Diputados que la cuota del cine español en términos de recaudación creció hasta el 24,4 por ciento en los ocho primeros meses del año, y la de espectadores hasta el 24,7 %.
Un aumento considerable teniendo en cuenta que en 2013, según datos aportados por Wert, esos porcentajes fueron del 13,8 % y el 14,6 % respectivamente, los peores registrados en mucho tiempo, aunque esas cifras siguen sin publicarse en la memoria oficial del ICAA.
Películas como "Ocho apellidos vascos", de Emilio Martínez Lázaro, que batió récords de taquilla rozando los 60 millones de recaudación, o "El Niño", de Daniel Monzón, que lleva más de diez millones, han empujado la cuota al alza.
Y estrenos pendientes como "Torrente 5", "Mortadelo y Filemón" o "La isla mínima", que se presenta en San Sebastián, mantienen las expectativas altas.
El certamen donostiarra dará fe también del buen nivel creativo con estrenos como "Magical Girl", de Carlos Vermut, "Autómata", producida por Antonio Banderas, "Loreak", de Jon Garaño y Jose Mari Goneaga o "Murieron por encima de sus posibilidades", de Isaki Lacuesta, todas ellas en sección oficial.
Fuera de competición, también darán que hablar la película de los GAL firmada por Pablo Malo, "Lasa y Zabala", o la comedia sobre las negociaciones de paz con ETA de Borja Cobeaga, "Negociador".
Zinemaldia será además punto de encuentro entre los productores aglutinados en FAPAE, que darán su tradicional rueda de prensa el martes día 23, y el ministro Wert, que acudirá a la gala de inauguración y a la entrega del Premio Nacional de Cinematografía el domingo día 20.
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