El cine español que se cocina en Twitter


  • Si David Fincher fue capaz de hacer una premiada película sobre Facebook sin haber tenido antes un perfil, hay varios cineastas españoles que serían capaces de hacer una sobre Twitter casi con los ojos cerrados. Santiago Segura, Álex de la Iglesia y Nacho Vigalondo se han convertido en verdaderos adictos (en el buen sentido) a la red social. Sus perfiles echan humo y sus seguidores aumentan de un día para otro.
Segura y De la Iglesia son de los más activos en Twitter
Segura y De la Iglesia son de los más activos en Twitter
Carlos Álvarez
M. J. Arias
M. J. Arias

No tienen los seis o tres millones de seguidores que atesoran Ashton Kutcher y Demi Moore, pero no les va nada mal y sus conversaciones puede llegar a ser de lo más delirantes y, en ocasiones, ilustrativas. Santiago Segura, Álex de la Iglesia, Nacho Vigalondo y otras cabezas visibles de la dirección cinematográfica española han convertido Twitter en un medio más de expresión y comunicación con sus seguidores. Hablan de sus películas, de cine, de la Ley Sinde y de lo que haga falta. Son hiperactivos y conscientes de su 'adicción'.

Entre ellos comentan, se montan sus propias películas y sus seguidores son como los espectadores de un cine pero delante de una pantalla más pequeña y con derecho a intervenir. Y es que si el comentario de un seguidor les gusta, lo retuitean sin problema e, incluso, sacan tiempo para responder a alguno de los mensajes que les envían directamente. Todo es cuestión de pillarles conectados o llamar su atención.

El rey, de momento, en esto del Twitter es Nacho Vigalondo. El director de 'Los cronocrímenes' es un viejo conocido para los seguidores de esta red social y sus comentarios se cuentan ya por miles. Con más de 47.000 'followers', Vigalondo aprovecha su cuenta para comunicarse con ellos (son muchos y variados) y contar (casi) cualquier cosa que se le pase por la cabeza. Lo mismo sale con una frase filosófica del tipo "el ello, el yo, el superyó, el pocoyó", que hace chistes sobre la situación de Charlie Sheen, que cuenta los avatares del rodaje de su próxima película, 'Extraterrestre'. Eso sí, llegar a mitad de una conversación empezada hace unas horas o unos pocos 'tweets' puede ser para volverse loco y no entender nada.

Otro de los grandes 'enganchados' a la red social de los 140 caracteres es el presidente de la Academia de Cine,Álex de la Iglesia. A través de su perfil da su opinión sobre el cine, la ley Sinde, sobre si Dios existe qué actor sería… y comparte cada momento con sus más de 20.000 seguidores. El director de la nominada a los Goya 'Balada triste de trompeta' se define como "un tipo que hace cine" y gracias a Twitter se le puede conocer un poco más, seguirle, echarse unas risas con sus comentarios y saber en qué momento se encuentra en la Fnac escuchando a Prodigy. Cosas de la vida en directo.

Uno de los últimos en llegar a la fiesta, pero que ya tiene casi 15.000 seguidores y lo ha cogido con tantas ganas que no para es Santiago Segura. Su perfil no tiene descanso. Lo mismo escribe un comentario a primera hora de la mañana, que bien entrada la madrugada. Además, el director, como es normal y comprensible, aprovecha para promocionar la cuarta entrega de Torrente, que se estrenará en marzo. Segura se ha convertido en un adicto a Twitter y él mismo lo reconoce. Hasta hace promesas públicas de no 'tuitear' durante un tiempo para desengancharse. La verdad, con poco éxito. Siempre se deja vencer por el gusanillo.

Otros dos que forman parte de este heterogéneo grupo de directores adictos a Twitter son dos de los cineastas más de moda en el cine español de ahora. Uno es Rodrigo Cortés, responsable de 'Buried'. Lleva tiempo en esto de los mensajes de 140 caracteres y le tiene pillado el truco. Es capaz de poner los pelos de punta a sus más de 3.000 seguidores y montarse un relato de lo más inquietante en cuestión de unos pocos tweets. Todo empieza con una pregunta: "Si un vaso se desplaza 20 centímetros sin ayuda delante de tus narices, ¿es NECESARIAMENTE un portelgeist o simplemente iniciativa?". La tensión aumenta y el alma, en un vilo. Toda una lección de cómo generar tensión a base de mensajes cortos.

El otro sería Daniel Sánchez Arévalo. Es el menos prolífico en este momento del grupo en cuanto a 'tweets', pero está en ello. Su perfil se ha convertido en uno de los mejores escaparates para promocionar su próxima película, 'Primos', que se estrenará el próximo año. Además, también es un espacio de reivindicación, sobre todo cuando te roban el móvil como a él hace unos días. De hecho, ha abierto un 'hashtag' (#alquemerobólaBlackBerry) destinado a quien le quitó su Blackberry con mensajes del tipo: "¿Me puedes decir a qué hora tenía la cita en el dermatólogo? Me preocupa la manchita del pie". Mejor tomárselo con humor, porque no deja de ser una faena, sobre todo si hay tanto número de cineastas españoles en la agenda como ha advertido. Quizá el nuevo propietario de su teléfono se encuentre entre uno de sus 1.100 seguidores y le haga el favor de pasarle la agenda. O a lo mejor alguien le conoce. Nunca se sabe.

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