Madrid, 5 abr.- "Queremos ser consumidores de cultura pero también crearla". Así se ha expresado la presidenta de la Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE), Concha Díaz, durante la presentación del estudio que esta institución acaba de publicar sobre la relación de este colectivo con la lectura.
En este informe, titulado "La percepción de las personas sordas sobre la lectura: una mirada a la adolescencia", han colaborado además la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, centrada en la difusión de la cultura del libro, además de estar apoyado por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.
Desde su origen, el estudio quería conocer cómo percibe la lectura, con qué frecuencia la ejerce y en qué ámbitos un sector de la población que en España supera el millón de personas, pero centrándose en los adolescentes; así como evaluar la importancia del lenguaje de signos en el interés por el hábito lector.
Para su elaboración se entrevistó a 28 adolescentes de la Comunidad de Madrid, de entre 12 y 18 años, y con distintos tipos de sordera.
La primera conclusión a la que llega el estudio es que más del 75% de ellos lee semanalmente, siendo las vías principales los deberes, el ordenador, prensa y revistas y la TV. Además, entre el 50% y el 65% leen algún libro durante la semana.
Si bien los intereses son los mismos que los de los jóvenes oyentes, sus posibilidades de acceso a la lectura son muy diferentes.
A la falta de intérpretes y recursos, se añade que "muchas veces conviven con la ausencia del hábito de lectura en su entorno familiar", como ocurre, por ejemplo, entre la población inmigrante, ha explicado hoy el director general adjunto de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Luis González, durante la presentación del informe en la Secretaría de Estado de Cultura.
Así, aunque el desarrollo de las tecnologías ha abierto un abanico de posibilidades, la familia y sistema educativo son claves en la relación de los jóvenes sordos con la lectura, constituida como "herramienta básica", según Ruipérez, para insertar a las personas sordas en la sociedad y acercarlas a la cultura.
En este sentido, la presidenta de la Fundación CNSE, cuyo objetivo es lograr la plena participación social de las personas sordas, ha pedido para el colectivo sordo "no sólo integración de cara al futuro, sino a la historia y la cultura, de las que siempre nos hemos visto excluidos".
"Confío en que este estudio la estimule", ha señalado, aunque para ello es necesario "concienciar a empresas privadas y editoriales", y que "estén vinculadas a la lengua de signos".
"Tiene un trayectoria gracias a los artistas sordos, y es que aunque queremos ser consumidores de cultura, también queremos crearla y estar dentro de ella".
Además Díaz se ha referido al modelo comunicativo y educativo bilingüe.
Aunque la relación entre dicho lenguaje y el hábito lector es moderada, se desprende que los adolescentes que más leen usan el lenguaje oral y escrito de manera equitativa, mientras que los no lectores usan más el primero.
En todo caso, Diéz ha defendido la lengua de signos, afirmando que "no es patrimonio exclusivo de las personas sordas, es un valor cultural y enriquecedor para todos".
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