El filósofo José Antonio Marina dice hay que activar la "inteligencia triunfante"

  • Madrid.- José Antonio Marina, uno de los pensadores españoles contemporáneos de mayor prestigio, mantiene que el fin de la educación debe ser despertar "la inteligencia triunfante" en los niños, y para ayudar a padres y docentes en esa tarea acaba de sacar el primer libro de una colección que es, dice, su "proyecto vital".

El filósofo José Antonio Marina dice hay que activar la "inteligencia triunfante"
El filósofo José Antonio Marina dice hay que activar la "inteligencia triunfante"

Madrid.- José Antonio Marina, uno de los pensadores españoles contemporáneos de mayor prestigio, mantiene que el fin de la educación debe ser despertar "la inteligencia triunfante" en los niños, y para ayudar a padres y docentes en esa tarea acaba de sacar el primer libro de una colección que es, dice, su "proyecto vital".

Con "La educación del talento", Marina, filósofo, pedagogo y ensayista, inaugura la "Biblioteca UP. Lo que los padres y docentes deben saber" (Ariel), que estará integrada por "diez o doce" tomos, según señala el propio autor en una entrevista con Efe.

Los siguientes títulos ya decididos serán: "El cerebro infantil", cuya publicación está prevista en la primavera de 2011, y "La sexualidad en niños y adolescentes", en otoño del mismo año.

Les seguirán: "¿Cómo conseguir que aprendan lo que les enseñamos?, "La personalidad como proyecto", "El aprendizaje de los sentimientos" y "Lo que se debe saber acerca de la salud de los niños", elaborado a petición de la Sociedad Española de Pediatría.

Se trata de unos libros sobre educación y aprendizaje, sobre la "actividad fundacional de la especie humana", que tienen la particularidad de ser "híbridos", pues la idea es que los lectores, si lo desean, puedan ampliar conocimientos en la red, en www.loquepadresydocentesdebensaber.es.

Junto a su evidente función práctica, estos libros tienen también el objetivo de "quitar el miedo a los padres y decirles que pueden educar bien"; y de trasmitir a las autoridades educativas que la educación no se debe reducir a una mera inculcación de conocimientos sino que también se debe ocupar del talento.

Esa cualidad, que para Marina es un "hábito" y por tanto se puede educar, activa lo que denomina "la inteligencia triunfante", cuya función principal "no es conocer sino alcanzar la felicidad y la dignidad".

La "inteligencia triunfante", un término "muy innovador" acuñado por Marina, es "la que se enfrenta con los problemas y gestiona bien las capacidades", y no tiene nada que ver con los cocientes de inteligencia, ya que "hay gente que saca puntuaciones bestiales y luego va de fracaso en fracaso".

Y la ejemplifica así: "En el juego de la vida llegamos con unas cartas que no elegimos, hay buenas y malas, pero no siempre gana el que tiene las mejores, sino el que juega mejor con las que tiene".

La educación, subraya, es enseñar a utilizar los recursos de cada uno de la mejor manera posible, y para eso hay que aprovechar todos los descubrimientos, como los registrados "en la ciencia del cerebro que va -apunta- a una velocidad fascinante".

Y es que, según Marina, "la gran ciencia de este momento tiene que ser la ciencia de la Educación". Por dos motivos: Primero, "es la que nos hace progresar como especie" y, segundo, los niños de hoy "se enfrentarán a un mundo muy competitivo, muy duro", que exigirá "una inteligencia más rápida, más animosa" y en continuo reciclaje.

"Hay que preparar a nuestros niños para un mundo muy cambiante y que no les asuste", afirma Marina, quien ante la "lentitud" del "diplodocus dormido" en el que, en su opinión, se ha convertido el sistema educativo, ha decidido dirigirse directamente a los padres.

Y lo hace por el doble canal de sus libros y de la Universidad de Padres (UP), un proyecto "on line" (www.universidaddepadres.es) que inicia mañana su cuarta edición y que "sin soberbia", califica como "el mejor que hay en el mundo", "porque si hubiese otro mejor" lo habría "copiado".

Su sueño es generar la suficiente "masa crítica" para cambiar el actual modelo de educación, con una mayor colaboración entre padres y docentes en "la gran aventura de la dignificación de la especie humana". Esa utopía, dice José Antonio Marina, "es posible".

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