El frisio, idioma primo-hermano del inglés, en extinción

  • Se habla en los Países Bajos, en el noroeste del estado federado alemán de Schleswig-Holstein  (conocido como Frisio del Norte), y en una pequeña región en el sudoeste de Jutlandia Meridional (Dinamarca).
Paul Ames I GlobalPost

(LEEUWARDEN, Países Bajos)—El frisio es el idioma de Europa continental más cercano al inglés. Lohabla casi medio millón de personas en el extremo norte de Holanda yforma parte de un conjunto de idiomas minoritarios de la Unión Europea,hablados por unos 50 millones de habitantes.

Estas lenguas van desde el sami, en la zona ártica de Europa o elbretón en la costa occidental francesa, hasta el arberesh, un dialectodel albanés que sobrevive en algunos pueblos del sur de Italia.

La suerte de estos llamados “idiomas menos hablados” varía considerablemente.

Algunos como el catalán, el vasco o el galés han tenido un renacimientoespectacular en las últimas décadas y son utilizados ampliamente en losmedios de comunicación, el gobierno y la vida social. El irlandésincluso se convirtió en uno de los 23 idiomas oficiales de la UE en el2005.

“En general, ha crecido el apoyo a las lenguas minoritarias”, afirmaMeirion Prys Jones, director ejecutivo de la Junta del Idioma Galés.”En los últimos 20 años, hemos visto un cambio en la percepción de lagente; lo ven como una ventaja en el trabajo si hablas galés”.

Sin embargo, existen otros idiomas como el manés, la lengua celtaoriginaria de la Isla de Man, o el kashubiano, hablado en la costapolaca, que Unesco clasifica como idiomas en serio peligro dedesaparición.

Unesco informó de la muerte, en febrero pasado, de Viktor Berthold, elúltimo hablante nativo del livonio, un idioma de la zona báltica.

En Leeuwarden, la capital de la provincia de Frisia, la Academia Fryske–que nació en 1938- intenta que el frisio no corra la misma suerte.

“Aún es fuerte como idioma de la comunidad”, declara Alex Riemersma,director de la academia. “Nos está yendo bastante bien según losparámetros europeos”.

Alrededor de la mitad de los 600.000 habitantes de la provincia hablanfrisio como primera lengua, principalmente en zonas rurales, afirmaRiemersma. Un 75 por ciento de los residentes de Frisia lo habla y un94 por ciento lo entiende.

El frisio del norte y el saterlandés, idiomas emparentados, cuentan con 12.000 hablantes en el norte de Alemania.

El frisio es el segundo idioma oficial de los Países Bajos, después delholandés. En la provincia de Frisia se enseña en todos los cursosescolares. También hay radio, TV y teatro en frisio y cada año sepublica un centenar de libros.

Pese a ello, Riemersma indica que el frisio está en peligro, amenazadoprincipalmente por sus primos al otro lado del mar del Norte.

“Está en declive debido a la presión del holandés y el inglés”, explica.

“La gente que tiene una visión simplista de lo que necesitan sus hijospara subir en la escala social dice ‘no necesitas el frisio para tucarrera, necesitas inglés, así es que olvídate de tu propio idioma’”. 

Riemersma indica que los hablantes de frisio disminuyen un 8 por ciento con cada nueva generación.

En lugar de tratar de combatir la influencia del inglés, la AcademiaFryske prefiere promover la educación trilingüe desde temprana edad. Elobjetivo es tener frisios capaces de trabajar en un mundocrecientemente en inglés, pero sin abandonar la lengua de sus ancestros.

“El debate nunca es contra el inglés. El inglés es casi una terceralengua para la población de Holanda”, explica Riemersma. “La estrategiaes promover las tres y lograr que los niños tengan el mismo nivel delengua (en las tres) cuando acaben la educación secundaria”.

Un signo positivo es que el número de guarderías que utiliza el frisio ha pasado de siete a 70 en los 20 últimos años.

La cercanía del frisio con el inglés se remonta a la Edad Media cuandolos sajones y otras tribus germanas avanzaron hacia occidente en lo queactualmente es Frisia para cruzar el mar del Norte e invadir las islasbritánicas. Los dos idiomas comenzaron a separarse después queGuillermo el Conquistador y sus nobles de habla francesa lucharon porel control de Inglaterra en 1066, en ese momento en manos de los reyessajones.

Algunos sostienen que el dominio del inglés en todo el mundo puede ayudar a la supervivencia de los idiomas menos utilizados.

“El hecho de que el inglés sea tan fuerte, de alguna manera es unaventaja. A medida que se convierte en una lengua mundial, la gentetambién quiere seguir usando su idioma local”, expresa Prys Jones, quetambién es presidente de la Red Europea de Promoción de la DiversidadLingüística.

“Existe un sentimiento de que se puede ser global y también local.Ayuda a expresar el sentimiento de pertenencia”, declara a través deuna entrevista telefónica desde Cardiff.

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