El gatillazo cómico de Trueba, dice que quiso ser divertido al no sentirse español

Gatillazo, pitos y una mala entrada. Es lo que ha conseguido uno de los directores más respetados del mundo del cine. Fernando Trueba, siempre conciliador, erudito, culto y en muchas de sus películas divertido (aunque no siempre al nivel de Belle Epoque), no ha tenido un buen estreno de fin de semana tras declarar al recoger el premio Nacional de Cinematografía que no se había sentido español ni cinco minutos en su vida y que habría querido que fueran los franceses los que hubieran ganado la guerra, en su día, a los españoles.

Uno entiende que eso habría convertido a España en un país más culto, tal vez mejor en el futuro, pero en plena marea de independencia, recibir el dinero de un premio Nacional, recibir subvenciones, pero renegar del país, no parece lo más coherente. Así se lo han hecho saber muchos en las redes sociales, y no sin razón. Es lo que dice el refrán de estar en misa y repicando.

Parece que hasta el propio Trueba, que siempre se ha sentido, como muchos otros (ciudadano del mundo), se ha dado cuenta de que esta vez, él, que tan grandes momentos de música nos ha regalado, ha dado la nota.

"Cuando me dijeron que tenía que hablar un rato, pensé que en el cine hay muchas cosas por hacer y reivindicar, pero como ya hemos reivindicado muchas veces antes, pensé: vamos a relajarnos y hacer algo más divertido, una cosa simpática, que no fuera ni conflictiva ni provocadora, y mira tú", ha explicado en un acto de la Academia de Cine en pleno Festival de San Sebastián.